Miguel González acaba de poner punto y final este fin de semana a su cesión en el Força Lleida. El Baskonia no le ha quitado ojo esta temporada a las evoluciones del alero vallisoletano en el conjunto catalán, uno de los cuatro aspirantes a subir a la ACB en la fase de ascenso celebrada en el pabellón Fontajau pero que finalmente se ha quedado con la miel en los labios.

Y es que, tras una notable temporada a nivel personal y colectivo, González cayó el pasado sábado por 68-77 con su equipo frente al todopoderoso Basquet Girona de Marc Gasol. Pese a la lesión de rodilla sufrida por el veterano pívot mediado el tercer cuarto, el conjunto donde ha militado el exterior baskonista en calidad de cedido no pudo completar su remontada y terminó hincando la rodilla con claridad.

Sin embargo, ello no empaña ni mucho menos la brillante trayectoria del jugador azulgrana, que en la semifinal del play off de ascenso a la ACB consiguió 6 puntos y 7 rebotes en los 30 minutos concedidos por el entrenador Gerard Encuentra. En tiros de campo, González consiguió dos canastas de siete intentos, algo que deja entrever que no pudo despojarse los pesados grilletes defensivos del Girona durante todo el choque.

Con independencia de que el modesto Lleida no haya conseguido el ascenso –sus rivales en esta fase de ascenso contaban con un presupuesto mucho más elevado y, además, cabe recordar que se ganó su presencia esta campaña en LEB Oro en los despachos tras su descenso del curso anterior y el posterior intercambio de los derechos deportivos con el Barcelona–, el Baskonia tiene motivos suficientes para estar satisfecho con la temporada de una de sus promesas en tierras catalanas.

No en vano, Miguel González ha brillado en muchos partidos en ataque y ha gozado de un rol muy importante en la rotación exterior del Lleida. Nada que ver, por ejemplo, con el triste paso de la temporada anterior por el Real Canoe, que acabó descendiendo a LEB Plata y donde apenas pudo evolucionar como baloncestista.

El pucelano, de 23 años, ha acreditado este curso recién finalizado 7,5 puntos, 4,3 rebotes y 1,4 asistencias en casi 27 minutos de media. Es decir, ha demostrado su capacidad para hacer muchas cosas sobre la cancha, si bien en el lado negativo de la balanza figura el hecho de que su porcentaje desde la línea del 6,75 no ha superado el 32% de acierto tras lograr 56 triples de 176 intentos.

Tras finalizar una nueva cesión en Lleida, el Baskonia debe decidir a partir de ahora el camino que pretende trazar para un joven alero con contrato en vigor en el Buesa Arena hasta junio de 2024. Todo hace indicar que, apreciada la fuerte competencia, no dispondrá de hueco a las órdenes de Joan Peñarroya en un Baskonia donde la dificultad para que los canteranos dispongan de cierta continuidad es máxima.

Lo lógico es que deba foguearse otro ejercicio más lejos de Vitoria y, de nuevo, en la segunda categoría del baloncesto estatal. Cualquier otro escenario sería una sorpresa, aunque son los dirigentes azulgranas quienes tienen la última palabra.

Desde su aterrizaje en Vitoria en el verano de 2017, Miguel González ha simultaneado su presencia en el antiguo filial del Baskonia de LEB Plata y el primer equipo, donde fue partícipe incluso del título liguero conseguido por los vitorianos en la burbuja de Valencia disputando algunos intrascendentes minutos en el encuentro ante el Joventut. Con la elástica azulgrana ha disputado un total de 37 partidos, 23 de Liga ACB y 14 de Euroliga.