El mercado estival está dando sus primeros coletazos para un Baskonia que, hasta la fecha, tan solo ha introducido las caras de Joan Peñarroya en el banquillo, y Daulton Hommes en el cuatro, aunque también última la llegada del base Marcus Howard. Y es que el club vitoriano, inmerso en su tarea de confeccionar una plantilla acorde a las pretensiones del técnico catalán, se ha vuelto a encontrar con un problema recurrente de todos los veranos a la hora de edificar un proyecto que quiere recuperar la ilusión del Buesa.

El principal contratiempo para la dirección encabezada por Alfredo Salazar se encuentra en los manidos cupos y la necesidad de incorporar a un jugador de ciertas garantías que se sume a los canteranos Sedekerskis, Kurucs y Raieste, cuya continuidad en Zurbano se da por segura. Rubricar un cuarto cupo que esté a la altura de lo que demanda el Baskonia no es sencillo. El mercado actual está sumamente inflacionado y existen pocos jugadores que puedan ofrecer un buen rendimiento sin tener que asumir unos costes elevados. Durante estos meses, el Baskonia ha valorado varias opciones, pero estas han pasado de largo por su inasumible coste o bien porque el perfil de los jugadores no era el más adecuado para el ecosistema baskonista.

El fichaje de Roland Smits por el Zalgiris, cuando su llegada a Vitoria se daba por hecha, fue el principal inconveniente de que los planes de la dirección deportiva se viesen desbaratados. Era un cupo ideal por muchos motivos y ahora toca encontrar algún jugador que realmente aporte al engranaje y, sobre todo, permita alargar una rotación que durante la última temporada ha sido muy limitada.

Tras la negativa del letón, otra opción que se descartó fue, por ejemplo, la del base esloveno Ziga Samar, que creció a pasos agigantados en la anterior temporada y quien abandona el Fuenlabrada para poner rumbo al Alba Berlin al no ser escogido en el draft de la NBA. Augusto Lima, por su parte, pese a establecer contactos con el Baskonia, regresará al Unicaja y, por último, el jovencísimo playmaker Matteo Spagnolo, una joya del Real Madrid, tiene todos los boletos para acabar cedido en el Reggio-Emilia. Por ello, el Baskonia vuelve a sondear el mercado en busca de más alternativas para cerrar el capítulo de los cupos. Otras opciones con el cartel de cupo son Yankuba Sima o Marcus Eriksson pero a día de hoy tampoco encajan en los planes azulgranas.

UN CUARTO DE LA CASA

Ahora bien, la alternativa en el peor de los casos puede ser la de incorporar a otro jugador de la casa. Promocionar a Pavel Savkov o Ondrej Hanzlik, los jóvenes jugadores que la pasada temporada se foguearon en LEB plata con el Iraurgi. Aunque el riesgo de esta apuesta es muy elevado, porque son jugadores todavía por curtirse al más alto nivel y posiblemente necesiten rodaje lejos de Vitoria durante alguna campaña más. Asimismo, este hecho implicaría que el equipo se quedase muy corto de fondo de armario en el campeonato doméstico pese a que la intención de Peñarroya es dar mucha más cabida a los jóvenes de lo que hizo Spahija en la pasada temporada.

Precisamente el déficit en materia de cupos es uno de los hándicaps que tiene el Baskonia respecto a los equipos más pujantes de la ACB. El Real Madrid, por ejemplo, cuenta con los cupos de Sergio Llull, Rudy Fernández, Abalde, el Chacho Rodríguez y Tavares; todos ellos jugadores diferenciales sobre el parqué. El Barcelona, mientras tanto, dispone de Mirotic, Abrines, Sergi Martínez y Oriol Paulí, el cupo catalán pretendido por Laporta. El Valencia, finalmente, reúne a jugadores como López-Arostegui, Jaime Pradilla, Josep Puerto y Dimitrijevic, este último aún con su futuro por decidir.

Exbaskonistas

Garino ficha por el Girona

Refuerzos. El Basquet Girona pisa fuerte en su regreso a la ACB. El conjunto presidido por Marc Gasol, una vez contratado para su banquillo a un técnico de prestigio como Aíto García Reneses, se hizo este sábado con los servicios del exbaskonista ‘Pato’ Garino, segundo refuerzo tras otro jugador con pasado azulgrana como ‘Quino’ Colom. Lastrado enormemente por las lesiones, protagonistas en su paso por Zalgiris Kaunas y el Nanterre 92 francés, el internacional argentino busca ahora volver a demostrar su valía en una escuadra que tratará de quitarse lo antes posible la etiqueta de recién ascendido.