El Baskonia logró ante el Casademont Zaragoza una importantísima victoria que no solo sirve para asegurar virtualmente su presencia en el play off en la tabla, evitando así momentáneamente al Real Madrid y al Barça en primera ronda. Los maños, con su permanencia prácticamente asegurada, no fueron rival para los vitorianos, muy superiores en cuanto a físico y calidad. Los de Sakota no mostraron la misma versión de sus últimos cuatro partidos, cometieron una ingente cantidad de pérdidas y eso facilitó la fiesta en el Buesa Arena.

El conjunto gasteiztarra comenzó el partido bien plantado, con una concentración acorde a todo lo que había en juego de cara a la clasificación. Aunque el primero en anotar fue el Casademont Zaragoza, la respuesta azulgrana fue contundente y gracias a un parcial de 16-2 logró un colchón de diez puntos, gracias especialmente a la inspiración de Steven Enoch, muy preciso en todas sus acciones en el primer cuarto. Todo lo contrario el Zaragoza, cuyas constantes pérdidas allanaron el camino al Baskonia, que aprovechó los errores en el pase del conjunto visitante para encontrar canastas fáciles en transición.

La entrada de Kilpatrick en la cancha hacia el final del primer cuarto ayudó a que los de Sakota rompieran con su sequía anotadora, aunque las jugadas individuales del norteamericano no sirvieron para frenar la sangría de pérdidas ni mucho menos para compensar el vendaval ofensivo local. Cuando no encontraron la manera de llegar hasta debajo del aro, el acierto exterior permitió a los de Spahija seguir poniendo tierra de por medio y superar los 20 puntos de ventaja hacia el final del segundo cuarto tras otro parcial demoledor para el club aragonés, en este caso de 13-0 con Fontecchio y Costello sumándose al festival anotador de Enoch. La cómoda ventaja, de hecho, llevó a Spahija a variar su rotación respecto a compromisos anteriores y dar minutos al olvidado Sedekerskis, cuya primera intervención pugnando por un rebote arrancó los aplausos de los aficionados. Hlinason y Radoncic maquillaron antes del descanso el marcador, que, no obstante, era representativo de la gran superioridad mostrada por el Baskonia hasta entonces con el 46-29.

LA SEGUNDA PARTE, UN TRÁMITE

Al regreso de vestuarios, los alaveses, al sentirse muy superiores, soltaron un poco el pie del acelerador y eso permitió al Zaragoza tomar aire y y meterse en el encuentro, aunque sin llegar en ningún momento a poner en peligro el triunfo azulgrana. En el ecuador del tercer cuarto llegaron a reducir la desventaja hasta los 13 puntos con una jugada de canasta y tiro libre adicional de Bone, pero la reacción local llegó acto y seguido con un parcial de 11-1 que volvió a estirar la diferencia hasta los 23 puntos, dejando claro al Zaragoza que no iba a realizar ningún tipo de concesión. Con los visitantes ya rendidos ante la evidente superioridad de su rival, el Baskonia comenzó a divertirse y a dejar algún mate y canasta dirigida a deleitar a los aficionados presentes en el Buesa Arena.

Con el 71-47 en el marcador al inicio del último cuarto y el encuentro ya sentenciado, ambos equipos se dejaron llevar y comenzaron a pensar en las importantes citas que tienen en la próxima jornada intersemanal, con el Baskonia midiéndose al Tenerife en la pelea por la quinta posición y el Zaragoza a la búsqueda de asegurar matemáticamente su permanencia contra el Morabanc Andorra. Azulgranas menos habituales como Raieste, Kurucs, Marinkovic o Sedekerskis -este último protagonizando además una aplaudida acción de canasta y adicional- dieron descanso a los Baldwin, Fontecchio, Peters y compañía y continuaron aumentando la ventaja local hasta el 91-59 definitivo.

Por lo tanto, victoria abultada (retreta final incluida) para un Baskonia que no ha tenido muchas oportunidades esta temporada de disfrutar de una tarde cómoda y que supone una inyección de moral antes de la fundamental visita del miércoles a la cancha del Tenerife, donde seguro que no se encontrará con las mismas facilidades. Si se impone por una diferencia de siete puntos o más, lograría escalar hasta la quinta posición en la tabla y estar más cerca de evitar a Madrid, Barça y Valencia, algo que parecía imposible unas semanas atrás.