El técnico baskonista, Neven Spahija, se ha mostrado hoy en la previa del encuentro contra el Casademont Zaragoza muy satisfecho con “cómo está entrenando el equipo en los últimos días y la buena química entre jugadores”, aunque reconoce que hay algunos aspectos que corregir para el duelo de mañana: “Contra el Unicaja vi cosas que no me gustaron. No puede ser que concedamos 20 rebotes ofensivos, 16 puntos en segundas oportunidades y 28 puntos en un solo cuarto. Tenemos que ser más consistentes”. El preparador croata defiende que estos problemas en el rebote “no son algo que le esté pasando al equipo muy a menudo”, pero que deben prestarle atención “en todos los partidos”.

El Baskonia deberá corregir esos errores contra el Zaragoza, ya que para Spahija se trata de “un partido clave” por la relevancia que tiene para la clasificación. Además, el técnico busca quitarse la espina que tiene clavada desde el partido de ida, en el que empezó el brote de covid-19 que condicionó parte de la temporada y en el que el preparador croata ni siquiera pudo estar presente. “No quiero ni pensar en ello. Ahora somos un equipo diferente y ellos también tienen una plantilla distinta y un nuevo entrenador. Será un duelo nuevo completamente”, aseguró.

Dragan Sakota, técnico del Casademont Zaragoza desde marzo, es un viejo conocido de Spahija, que sabe cómo se las gasta el serbio. “Es una leyenda del baloncesto yugoslavo, con mucho éxito en su carrera. Me sorprende que a su edad siga teniendo esa energía; yo no me veo con 69 años en el banquillo, es un trabajo muy duro”, admitió. En su opinión, “es una buena persona, pero también un entrenador muy peligroso. No tenía duda de que el Zaragoza iba a cambiar con su llegada y seguro que tiene algo preparado para el partido de mañana”. Eso sí, “la llave del encuentro” la tiene el Baskonia.