- Neven Spahija puso el dedo en la llaga tras consumarse el domingo la derrota ante el Valencia Basket que vuelve a complicar sobremanera el trayecto azulgrana hacia las series finales por el título. "Tenemos más presión en casa que fuera", avisó el técnico croata, que en parte volvió a autoinculparse por la falta de consistencia de un equipo que en los últimos tiempos se está sintiendo más cómodo lejos de su hogar
Porque, números en la mano, uno de los aspectos que más sorprende en esta temporada tan difícil es la dificultad del Baskonia para hacerse fuerte delante de sus aficionados. El Buesa Arena siempre ha ejercido un efecto intimidatorio en los rivales hasta en las campañas donde el equipo vitoriano no alcanzaba un nivel sobrenatural en su rendimiento, pero durante los últimos meses se están escurriendo más victorias de las debidas.
Entre ACB y Euroliga se contabilizan ya 12 traspiés, un número desmedido por un conjunto del más alto nivel como el azulgrana. Siete de ellos fueron en la Euroliga por cinco en la ACB, donde los dos últimos visitantes (Gran Canaria y Valencia) han hurgado en la herida alavesa por 70-86 y 71-78, respectivamente. Previamente también lo hicieron el pétreo Tenerife de Txus Vidorreta (65-71) y los dos gigantes del baloncesto estatal: Real Madrid (65-83) y Barcelona (77-96).
Fuera de las fronteras tampoco ha sabido el Baskonia mostrarse como un grupo realmente consistente al amparo de su público. Si pronto se quedó descolgado de la pelea por el Top 8 fue, en parte, por culpa de su ineficacia como local con las caídas ante el Armani (64-78), el Maccabi (69-87), el CSKA (74-80), el Real Madrid (60-88), el Bayern (77-84), el Zenit (82-90) y el Olympiacos (62-72).
En el Buesa Arena sí han hincado la rodilla meses atrás otros grandes de Europa como el Barcelona en la ACB o los turcos del Anadolu Efes y Fenerbahce, encuentros en los que el pabellón vibró como en las grandes noches y llevó en volandas al equipo para conseguir algunos de sus triunfos más sonados de lo que va de curso. En otras ocasiones, sin embargo, el rendimiento de la plantilla no ha ido acorde con los ánimos infundidos por el respetable.
Tras los dos recientes tropiezos sufridos en casa ante el Gran Canaria y el Valencia Basket, urge que el Baskonia vuelva a hacerse fuerte en el Buesa Arena, ya que serán las gradas azulgranas las que decidan si el conjunto gasteiztarra logra o no terminar entre los ocho primeros de la ACB y, por consiguiente, obtener el ansiado billete para el play off. De los cinco encuentros de fase regular que les restan a los de Neven Spahija, tres deberán disputarse en su pabellón, empezando por la visita del Baxi Manresa el próximo domingo, a la que seguirá la del Casademont Zaragoza el 7 de mayo y la del Joventut de Badalona en la última jornada, el fin de semana del 15 de mayo.
Sumar un pleno de triunfos en dichos compromisos se antoja fundamental no solo para certificar la presencia del Baskonia en la fase final, sino para recuperar las sensaciones positivas en el Buesa Arena de cara a una hipotética primera ronda del play off.