Youssoupha Fall llegó al Baskonia en el verano de 2018 como la alternativa a Walter Tavares, gran dominador de los tableros de la ACB y de la Euroliga. Sus cualidades físicas, su juventud y sus 2,21 metros de altura lo convertían en la gran baza del cuadro gasteiztarra para su juego interior. Sin embargo y a pesar de que dejó destellos de lo que era capaz en alguna de sus actuaciones, su falta de regularidad y la preferencia de Dusko Ivanovic por interiores móviles y capaces de defender a jugadores más pequeños en los cambios automáticos terminaron por forzar la salida del senegalés el pasado verano, sin haber llegado a cumplir con las expectativas generadas con su fichaje. El Asvel le concedió la oportunidad de seguir compitiendo en la Euroliga y, aunque sus números en el club de Tony Parker son similares a los que registró en Vitoria, en los últimos meses parece haber encontrado esa continuidad que nunca tuvo como azulgrana. Antes de medirse esta noche a su exequipo, Fall habla con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA de su estado de forma, su nueva aventura en Francia y los pormenores de su silenciosa salida del Baskonia.
¿Es feliz jugando en el Asvel?
-Sí, estoy contento aquí. El principio de la temporada no salió como pensaba. Sin embargo, creo que el entrenador está empezando a conocer cómo juego y las cosas están funcionando cada vez mejor. Sigue sin ser al 100% lo que yo esperaba cuando llegué aquí, pero con cada semana que pasa me encuentro más cómodo.
¿Se puede decir que atraviesa ahora el mejor momento desde el inicio de la temporada?
-Sí, yo creo que parte de la mejoría tiene que ver con lo que le comentaba de que el equipo me conoce mejor y viceversa, pero el trabajo físico y técnico que he hecho a lo largo de la campaña también ha hecho que mi aportación sea mayor.
En un baloncesto en el que los pívots cada vez son más versátiles y lanzan más desde el perímetro, ¿se hace complicado para interiores grandes como usted conseguir minutos de juego?
-Yo creo que no es que tengamos más o menos hueco, se trata más de una elección de cada entrenador. El Real Madrid, por ejemplo, juega con Tavares y le va bien, porque todo el equipo gira alrededor de él y saben cómo sacar partido de sus cualidades. Somos un perfil de jugador diferente que necesita que el equipo juegue de una manera determinada para poder destacar, no se puede pretender que juguemos a algo que no sabemos. Que haya muchos equipos que prefieran jugar con quintetos pequeños no quiere decir que no tengamos sitio, es cuestión de adaptarse. Si puede el Madrid, ¿por qué no nosotros?
¿Sufre cuando le toca defender a este perfil de interiores que juegan lejos de la pintura
-Personalmente, creo que por cualidades físicas puedo defender a cualquier tipo de pívot. Puedo correr, puedo moverme bien lateralmente... Es cuestión de adaptar mi baloncesto a situaciones a las que no estoy tan acostumbrado, pero puedo hacerlo bien.
¿Está poniendo el énfasis para llegar a amenazar también algún día con tiros de media distancia?
-Sí, estoy trabajando mucho en ello, pero en estos momentos no es algo que me pida TJ Parker. Hay algunas situaciones en las que puedo lanzar, pero no es algo con lo que tenga que obsesionarme. No es mi estilo de baloncesto, pero quiero ser el mejor jugador posible y tengo que trabajar cualquier cualidad que me pueda ayudar a conseguirlo. Intento mejorar cada día y cada entrenamiento.
Uno de los aspectos en los que más ha crecido desde que llegó al Baskonia son los tiros libres...
-Sí, antes de fichar por el Baskonia sufría mucho desde la personal, pero en la temporada en la que estuve cedido en el Strasbourg coincidí con el seleccionador francés, Vincent Collet, que me dio varios consejos para perfeccionar mi mecánica y mis porcentajes. Desde entonces, he trabajado sobre esa base y he conseguido mejorar mucho.
¿Jugar contra el Baskonia es especial para usted?
-Desde luego. Le guardo mucho cariño al club porque todo el mundo me trató muy bien el tiempo que estuve en Vitoria. Fue una etapa bonita para mí y tengo buena relación con el cuerpo técnico y los trabajadores.
Imagino que tendrá consejos para sus compañeros. ¿Qué debe hacer el Asvel para ganar?
-Creo que necesitamos jugar un baloncesto duro, defender bien, controlar el rebote y, sobre todo, frenar las transiciones del Baskonia. Es un equipo al que le encanta correr y si les obligamos a jugar en estático tendremos opciones de lograr la victoria.
¿Les preocupa algún jugador en concreto?
-Creo que el Baskonia tiene una plantilla con mucho talento. Giedraitis y Peters, a los que conozco bien, son grandes tiradores y pueden hacer de todo; Enoch, a pesar de su juventud, está teniendo un buen año... Sería un error centrarnos solo en un jugador.
¿Cómo fue su regreso al Buesa Arena en el partido de ida?
-Fue una gran experiencia para mí. Me encantó poder reencontrarme con los compañeros de equipo y amigos que hice en Vitoria y la afición también me recibió bien. Tengo ganas de volver a encontrarme con ellos esta noche.
Todo el mundo es consciente de que su marcha del Baskonia obedeció más a una decisión de Ivanovic que del club. ¿Fue realmente así?
-Sí, el Baskonia siempre me dijo que estaba contento conmigo y que le gustaría que continuara, pero el entrenador no me quería en el equipo. Lo que no iba a hacer yo era forzar quedarme en Vitoria si no entraba en los planes del técnico y por eso me fui.
¿Le guarda rencor a Dusko por ello?
-No, no le guardo rencor. Al final es una decisión del técnico y todos los entrenadores tienen que tomar ese tipo de decisiones en algún momento, el baloncesto es así. Yo seguí mi propio destino y punto, no puedo cambiar lo que no está en mi mano.
¿Ha dejado atrás los problemas de lesiones que le lastraron durante su último año en Vitoria?
-Sí, esta temporada me estoy sintiendo genial físicamente. Me operé el pasado verano, antes de fichar por el Asvel, completé una buena rehabilitación y desde entonces no he vuelto a sufrir molestias. Espero seguir así hasta final de la temporada.
¿Se quedó con las ganas de poder haber participado con Senegal en el Preolímpico?
-Desde luego. Ojalá tenga la oportunidad de jugar con ellos el próximo verano. Fue una pena que la lesión coincidiera con los Juegos Olímpicos, pero he hablado varias veces con el seleccionador y cuenta conmigo para el futuro. Me encantaría defender los colores de mi país, estoy preparado.