Agujero en la 'pintura'

Enoch pugna con Rubit, que fue una pesadilla para el norteamericano en la visita del Bayern. Foto: J. Muñoz

La incapacidad del Baskonia para defender su propio aro está siendo uno de los problemas recurrentes del conjunto azulgrana esta temporada, y se ha convertido en una lacra todavía mayor después del obligado parón por el brote de covid-19 en la plantilla y la reciente salida de Landry Nnoko. La controvertida marcha del camerunés, cuyo protagonismo había caído notablemente desde la irrupción de Enoch, ha reducido las alternativas de Neven Spahija para el puesto de cinco a solo Steven Enoch y Matt Costello, este segundo menos acostumbrado a jugar de pívot al haber ejercido también en diversas ocasiones como cuatro.

Los problemas en el rebote han sido un quebradero de cabeza para el Baskonia a lo largo de toda la temporada. Con Ivanovic, el equipo sufrió mucho para proteger la zona y concedía excesivas segundas oportunidades a sus rivales a causa de los cambios automáticos en defensa que alejaban a los pívots de la pintura. Con Spahija, los jugadores interiores han tenido la oportunidad de defender más cerca de la canasta, pero los problemas para cerrar el rebote defensivo salen a la luz cada cierto tiempo y han sido la causa de derrotas recientes como la visita al Real Madrid, en la que el Baskonia solo realizó 22 capturas frente a las 40 del equipo local.

Las dificultades azulgranas en la zona, en cualquier caso, no terminan ahí, ya que está sufriendo lo indecible para frenar a los pívots rivales cada vez que reciben el balón cerca de la canasta o ejecutan jugadas de pick & roll. La calidad y talento ofensivo de los dos interiores baskonistas están fuera de toda duda y son un gran activo para el Baskonia, pero a la hora de defender sus carencias quedan al descubierto, especialmente las de Enoch, que, a pesar de sus excelentes condiciones físicas, acostumbra a mostrarse excesivamente blando atrás y facilitar la tarea a sus oponentes.

Tanto él como Costello lo pasan mal cuando se emparejan con cincos muy físicos y tampoco son capaces de cerrar el paso a los pequeños rivales cuando penetran hacia canasta. En este sentido, se echa en falta un perfil de pívot con capacidad intimidadora con el que sí cuentan la mayoría de equipos de la Euroliga.

La permisividad del Baskonia con los interiores rivales no es solo una percepción, ya que las estadísticas de los cinco encuentros que ha disputado el equipo desde el parón hablan por sí solas. En efecto, los jugadores interiores que se han medido al cuadro gasteiztarra en las últimas dos semanas han sido capaces de mejorar notablemente sus registros habituales, convirtiéndose en el arma principal de su equipo para hacer daño a los de Zurbano.

En la visita al Real Madrid, el primer duelo tras el impás por el covid-19, Vincent Poirier, Anthony Randolph y Guerschon Yabusele se dieron un festín anotador y reboteador a costa de la frágil defensa interior baskonista, una sangría que podía haber sido todavía mayor de haber estado presente Walter Tavares. Poirier anotó 11 puntos y recogió 8 rebotes cuando sus medias de Euroliga son de 7,8 y 6,2 respectivamente, Randolph se fue hasta los 13 puntos y 12 rebotes en solo 12 minutos de juego cuando su promedio es de 9,3 y 5,8. mientras que Yabusele fue el mejor jugador merengue con 17 puntos y 8 rebotes, superando por un amplio margen su media de 12’6 puntos y 4’6 rebotes en el torneo.

En aquel duelo los vitorianos tenían la excusa de ser su primera aparición en competición oficial tras el parón, pero los problemas interiores no remitieron ante el Morabanc Andorra. Diagné, un pívot que promedia 3’7 puntos y 3’2 rebotes en ACB, se fue hasta los 7 puntos y 6 rebotes, mientras que Arteaga, que promedia 6,7 puntos y 3,4 capturas, logró 7 puntos y 7 rebotes. En la dura derrota contra el Breogán, Mahalbasic estuvo más cerca de sus cifras habituales -anotó 14 puntos y recogió 5 rebotes cuando promedia 11,5 y 5,6-, aunque lo que más dejó en evidencia a los interiores azulgranas fueron las facilidades concedidas al austriaco y a Iván Cruz, que sumaron un 10/10 en canastas de dos.

Uno de los mejores ejemplos para reflejar las carencias defensivas del Baskonia en la pintura fue posiblemente la visita del Bayern al Buesa Arena del pasado viernes, en la que Othello Hunter y Augustine Rubit, dos interiores muy móviles y atléticos, rindieron muy por encima de lo habitual, con Hunter anotando 17 puntos y recogiendo 8 rebotes cuando promedia 8,5 y 5,6 y Rubit registrando un 17-7 siendo su media de 10,5 puntos y 4,3 rebotes.

El último en sacar partido de la fragilidad interior del Baskonia ha sido precisamente quien se marchó a principios de enero y dejó al equipo vitoriano con un hombre menos en la pintura, Landry Nnoko. El camerunés, que no convenció al club durante su estancia en Vitoria y que promedió en ese espacio de tiempo 6,6 puntos y 4,6 rebotes en ACB, se quedó el domingo cerca de las dobles figuras con 12 puntos y 8 rebotes, que pudieron ser más de no haber errado varios tiros fáciles y sin oposición que tuvo debajo del aro.

Sea mediante el fichaje de un pívot de perfil más físico y reboteador, ayudas de los compañeros en defensa o el trabajo en los entrenamientos de los interiores en nómina, lo que está claro es que el Baskonia tiene un importante hándicap bajo su propio aro. Todo lo positivo que aportan Enoch y Costello en ataque se diluye en el otro lado del parqué.

Poirier (Real Madrid).

-Media: 7,8 puntos y 6,2 rebotes.

-Contra Baskonia: 11 puntos y 8 rebotes.

Yabusele (Real Madrid).

-Media: 12,6 puntos y 4,6 rebotes.

-Contra Baskonia: 17 puntos y 8 rebotes.

Randolph (Real Madrid).

-Media: 9,3 puntos y 5,8 rebotes.

-Contra Baskonia: 13 puntos y 12 rebotes.

Diagné (Andorra).

-Media: 3,7 puntos y 3,2 rebotes.

-Contra Baskonia: 7 puntos y 6 rebotes.