El juego exterior del Bitci Baskonia fue clave ayer en la victoria ante el MoraBanc Andorra. El conjunto azulgrana vive volcado hacia el exterior tras la llegada de Neven Spahija. Es el estilo que le gusta al técnico croata, aunque eso sí también este es consciente de que hace falta un mayor equilibrio con el juego interior, por lo que habría que contar más con los pívots.

Sin embargo, de momento este equilibrio no existe. La escuadra gasteiztarra sobrevive gracias al acierto de su cuerda exterior. Buena prueba de ello es que ayer los tres pívots puestos en liza tan solo anotaron 14 de los 83 puntos del conjunto azulgrana -Enoch (6), Nnoko (8) y el rosco de un Tadas venido a menos tras la llegada al banquillo del técnico de Sibenik-.

Los 69 puntos restantes fueron producidos por los bases, escoltas y aleros del equipo. Sobre todo por dos de ellos, Baldwin y un Granger que ayer estuvo tocado de nuevo por una varita mágica al igual que ocurrió ante el Unicaja. Entre el uruguayo y el ex del Bayern de Múnich anotaron 44 de los 83 puntos. Más de la mitad. 19 fueron para el base estadounidense y 25 para el uruguayo.

Además, ambos consiguieron unos porcentajes más que notables. Brillantes incluso en el caso del jugador de Montevideo. Y es que mientras Baldwin se quedó en un 54% en tiros de 2 (6/11) y un 50% en triples (2/4), el capitán baskonista firmó un 33% en tiros de dos y un estratosférico 70% en triples tras anotar 7 de los 10 que intentó. Increíble.

EXCELENTES PORCENTAJES

Además, hay que tener en cuenta que la gran mayoría de esos triples llegaron en los momentos calientes del partido. Cuando el balón quema. Pues parece que Jayson Granger se siente cómodo, muy cómodo en esos instantes. Buena prueba de ello es que anotó cinco triples de forma consecutiva sin fallo entre el tercer y último cuarto.

El uruguayo tan solo falló un lanzamiento en la segunda mitad desde más allá de los 6,75 metros cuando restaba poco más de un minuto y se vio obligado a tirar ya que se agotaba la posesión. Sin embargo, ese fallo tampoco tuvo mucha trascendencia porque el partido estaba encarrilado. El trabajo ya estaba hecho.

Lo había hecho con un compañero como Baldwin que se va apareciendo poco a poco. Y es que el base estadounidense además de con sus puntos colaboró ayer también con 8 rebotes, tres de ellos en ataque, lo que demuestra que es un jugador más agresivo y con hambre.

Hambre como la que mostró Granger en defensa, donde recuperó cinco balones. Y es que estos bases no solo viven de anotar. También roban como ha quedado dicho y asisten a sus compañeros. Ocho de las 15 asistencias del equipo llevaban su firma, tres para Baldwin y cinco para Granger. Así por ejemplo se entiende que ambos fueran los más valorados . 24 réditos para el jugador norteamericano y 32 para el charrúa. 56 entre ambos, de nuevo más del doble que el resto del equipo que acabó en 96. Fue su día. El show de Baldwin y Granger.