in duda, la temporada 2021-2022 que ya está a punto de empezar se presenta muy ilusionante. En primer lugar, debido a que tras año y medio sin público en las gradas, todo apunta a que la entrañable afición baskonista volverá a llenar de color los asientos del Buesa Arena. Aún no se sabe en qué porcentaje, e incluso si conforme vayan pasando las semanas y mejorando la situación sanitaria en la CAPV, ese porcentaje aumentará al máximo posible para poder dar cabida a la inmensa mayoría de la parroquia baskonista. Y en segundo lugar, se puede afirmar que será una temporada divertida y apasionante, tal y como ha quedado el roster del equipo de Ivanovic, con muchísimas caras nuevas, y con un plantel totalmente renovado en todos sus puestos clave.

El Baskonia siempre se ha caracterizado por ser un equipo vendedor y por no haberle temblado el pulso a la hora de cortar en verano contratos de jugadores cuyo rendimiento no ha sido el esperado durante la temporada, pero seguramente este año el cambio ha sido especialmente importante. Acostumbrados a leer las noticias de la llegada de jugadores en septiembre, prácticamente con la Supercopa a la vuelta de la esquina, este año hemos vivido un mes de julio anómalo en este sentido, con un aluvión de noticias relativas a la llegada de un jugador tras otro. E incluso con presentaciones de jugadores en la sala de prensa baskonista, de dos en dos y cada pocos días.

Desde mi modesta opinión, creo que Dusko ha visto satisfecha su carta a los Reyes Magos a la perfección. Los jugadores que han llegado encajan al milímetro en el perfil tipo tanto del técnico montenegrino, como del club. Tanto en los distintos scoutings de Sir Alfredo Salazar (algún día te haremos un monumento en el centro de Vitoria-Gasteiz), como en las presentaciones de los jugadores lideradas por el director deportivo Félix Fernández, hubo varias palabras que se repitieron en todos los casos.

Quizás la más importante de estas palabras haya sido "progresión", puesto que el Baskonia adora ese tipo de jugador que viene con un punto de formación, experiencia y cualificación importante, pero sobre todo con posibilidades importantes de crecer deportivamente y evolucionar, y de ser traspasado al cabo de unos años de fogueo en nuestra ciudad. Y de estos tenemos ya decenas de ejemplos, en la mente de todos. No sé realmente dónde mira Don Alfredo cuando hace su labor de prospección, pero el caso es que su visión de esta característica tan importante, es ciertamente certera. Pero además de ello, se repitieron también adjetivos del diccionario Dusko-castellano, como "intensidad", "defensa", "rapidez", "movilidad"... y yo creo que se debería destacar otro mas que pinta decisivo: "versatilidad".

A nuestro míster ya le hemos visto jugar en numerosas ocasiones del año pasado por ejemplo, con dos bases, con dos cuatros, sin cinco..., y viendo los puestos en los que puede jugar cada uno de los jugadores de este equipo, las posibilidades y variantes tácticas posibles que se pueden plantear son inmensas. Vamos a ver muchas situaciones con las que vamos a disfrutar un montón. Podremos jugar con dos unos, con dos treses, con dos cuatros.... ¡Nos vamos a volver locos! La alucinante master-class de Thierry Gadou en la Copa del Rey de Valencia, donde demostró su arte y sabiduría para subir el balón a pesar de ser un pivot, va a quedar pequeña esta temporada... ¡Al tiempo!

Y además de todo ello, es también destacable el nivelazo de todos los fichajes de este año. Porque traemos a Wade Baldwin, uno de los mejores bases de la Euroliga, que hará pareja con otro grandísimo jugador como Jayson Granjer, para formar una de las mejores parejas de directores de juego del Viejo Continente. Dos jugadores distintos y totalmente complementarios. El uruguayo no pudo demostrar su gran nivel en su etapa anterior en Vitoria por culpa de las lesiones, pero la gran temporada que ha jugado en Berlin de la mano de Aíto, y su impresionante estado de forma, prometen de gran manera. ¡Este es tu año, Jay!

Y llegó también Simone Fontecchio, otro jugadorazo y uno de los mejores aleros de los pasados Juegos Olímpicos de Tokio. Otro jugador con un futuro espectacular, al igual que el cañonero Vanja Marinkovic, ambos jóvenes, con mucho talento y con mucha proyección. Y para guinda del pastel el ya "veterano" baskonista Rokas Giedraitis, cuya marcha sobrevoló el Buesa Arena en verano, pero que finalmente jugará un año mas. Potente línea exterior, ¿verdad? ¿Nos dejarán la ACB y la Euroliga jugar con tres balones?

Y sigo con mi particular proceso de excitación, porque mirar para la pintura es ver también mucho bueno. Para empezar porque uno de los interiores es, entre otras cosas, un grandísimo tirador exterior, como ha demostrado durante el año pasado y en pretemporada. Evidentemente hablo de Alec Peters, un jugador de primer nivel y que me encanta. Su mecánica de ejecución de tiro es impecable y muy rápida, lo que se traduce en que es muy difícil de parar. Espero que sus molestias en la rodilla no sean nada serio y lo veamos pronto de vuelta. Pero es que, además, han llegado dos pivots llenos de músculo y fuerza como Landry Nnoko y Steven Enoch. También distintos, pero igualmente complementarios, potentes, fuertes, ágiles... Tenemos por fin unos buenos y resolutivos cincos tras los no muy productivos casos de Eric, Fall y ¿Jekiri? Yo creo que sí. Y falta otro jugador como Matt Costello, que llegó el primero, y que se ha pegado un Afrobasket para quitarse el sombrero, con actuaciones y números realmente meritorios. Un grandísimo jugador, también con unas posibilidades de crecimiento brutales, que completa un potente juego interior. Tengo muchas ganas de verlo ya jugar de baskonista.

Dejo para lo último a mis jóvenes canteranos Arturs Kurucs, Sander Raieste y Tadas Sedekerskis. Aunque yo creo que a este último deberíamos quitarle ya la etiqueta de joven y pasarlo al grupo de los mayores, puesto que ya está demostrando con creces desde el año pasado que se ha ganado por derecho propio un puesto en el primer equipo e incluso en el cinco titular. Nocioni pagó las máquinas del gimnasio con sus multas, y ahora Tadas les ha sacado un rendimiento pleno... De Kurucs y Raieste espero que este sea su año de explosión y puedan también dar un paso adelante. Creo que tienen madera para ello y también se lo merecen. Me encanta y me ilusiona mucho ver cómo jugadores de formación, jóvenes, que llegaron en silencio a Gasteiz, y que han estado unos cuantos años en categorías inferiores del Baskonia, progresan y entran en el equipo de Dusko. En definitiva, una temporada apasionante la que está apunto de arrancar. Espero que este año la realidad supere nuevamente a los sueños y veamos al Baskonia como siempre, arriba del todo. Nuestro sufrimiento fuera del pabellón en los últimos meses, si le damos sentido, se convierte en motivación. Y nosotros ya estamos todos a tope de motivación. ¿Se puede pedir más?