ANADOLU EFES Micic (7), Simon (10), Beaubois (19), Moerman (7) y Sanli (16) -quinteto inicial-; Larkin (14), Anderson (3), Singleton (-), Dunston (11), Pleiss (-), Tuncer (-) y Gazi (3).

REAL MADRID Laprovittola (9), Abalde (5), Taylor (3), Vukcevic (-) y Tavares (10) -quinteto inicial-; Alocén (2), Rudy Fernández (3), Llull (3), Thompkins (13), Causeur (6), Carroll (4) y Garuba (5).

Parciales 20-18, 24-22, 20-10 y 26-13

Árbitros Radovic, Pukl y Trawicki.

Pabellón Sinan Erdem Arena.

- El Real Madrid encajó su primera derrota en su playoff de cuartos de final de la Euroliga ante un Anadolu Efes turco muy superior este martes y que se impuso de nuevo con contundencia por 90-63, en un partido decidido por el segundo tiempo de los de Pablo Laso.

El conjunto madridista buscaba recuperar en su primera opción el factor cancha, apoyado en su competitividad y experiencia en estas lides, y durante 20 minutos tuvo opciones. Tras un disputado descanso (44-40), la sequía anotadora fue un lastre demasiado grande para batir un rival tan entonado en la actualidad como el de Ergin Ataman.

El 46-23 del segundo tiempo no dejó atisbo de duda sobre la superioridad del conjunto otomano, al que no le hizo falta ni siquiera al actual subcampeón una estelar versión de Larkin y Micic.

Sorprendió de salida el Real Madrid. Fino desde el triple y firme en defensa, colocó un 0-8 de inicio en el electrónico. Con las faltas haciendo mella en ambos equipos el Efes fue poco a poco equilibrando el choque, y devolvió el parcial.

La mejoría del conjunto turco y la pérdida de puntería madridista provocaron que saltasen las alarmas. El segundo, mañana en el mismo escenario (19.00) necesitará una mejor versión visitante si no quiere ir con el agua al cuello de vuelta a casa.

El otro encuentro de la noche tuvo un final intensísmo que acabó llevándose el Armani Milan (79-78) gracias a una canasta tras una jugada ensayada a falta de 1,2 segundos para el final y uno abajo en el marcador. El Bayern fue superior casi todo el encuentro, tras un impresionante segundo cuarto, pero la potencia local llegó en el último cuarto para echar por tierra el trabajo de los alemanes.