Si el TD Systems Baskonia logró una revitalizante victoria el pasado jueves contra un Khimki muy inferior a los gasteiztarras, el próximo viernes, en su regreso a la competición tras las ventanas FIBA, el conjunto de Dusko Ivanovic tendrá otra oportunidad de oro para sumar una victoria que le mantenga vivo en la pelea por alcanzar el Play Off El Estrella Roja, que visitará el Fernando Buesa Arena el próximo viernes a partir de las 19.00 horas, ocupa actualmente la penúltima posición de la tabla y se está viendo muy lastrado debido a un brote de covid-19 que ha afectado a cinco jugadores y cinco miembros del cuerpo técnico a lo largo del mes de febrero, por lo que los alaveses parten con una importante ventaja que no pueden desaprovechar.
En el partido de la primera vuelta, disputado en Belgrado, el TD Systems Baskonia recibió un duro correctivo al caer 90-73 ante un Estrella Roja que construyó su victoria a partir del acierto de sus jugadores exteriores, con un Jordan Lloyd que se fue hasta los 30 puntos con cinco triples en ocho intentos, bien apoyado por Simonovic, con cuatro triples en cinco intentos, y los bases Corey Walden y Langston Hall. Lloyd volverá a ser un dolor de cabeza para los azulgranas el próximo viernes, pero Walden y Hall son duda, ya que están entre los jugadores afectados por el brote de covid-19. En caso de que no puedan participar o no lleguen en plenitud física, los bases baskonistas se verán menos exigidos en tareas defensivas.
De hecho, Walden y Hall no son los únicos exteriores que han dado positivo en covid-19, ya que el español Quino Colom también está entre los afectados. A principios de febrero el Estrella Roja dio a conocer la presencia de cuatro casos positivos, entre los que, además de los tres exteriores citados anteriormente, también estaba el pívot Landry Nnoko, que estaba cuajando buenos números en sus últimos compromisos con el equipo serbio. A ellos cuatro se les sumó posteriormente el también pívot Duop Reath, por lo que su juego interior se ha visto igualmente debilitado y actualmente su único cinco puro es Ognjen Kuzmic, lo que le obligó a jugar con quintetos pequeños en su último duelo de Euroliga contra el Zenit.
A esos cinco positivos hubo que sumarles además otros cinco casos de covid-19 dentro del cuerpo técnico, dejando la plantilla muy tocada. De hecho, se tuvo que aplazar el encuentro contra el Zalgiris, previsto para el pasado 4 de febrero, debido al número de contagiados y la incertidumbre por posibles nuevos casos. Finalmente, el encuentro se disputará mañana, por lo que los de Belgrado llegarán además menos descansados que los gasteiztarras al choque del viernes. Será en el encuentro del Zalgiris cuando se pueda comprobar si alguno de los contagiados regresa o, al igual que sucedió contra el Zenit, necesita emplear jugadores jóvenes y menos habituales. Aun y todo, puso en muchas complicaciones a los rusos, que sufrieron para obtener la victoria por un solo punto de diferencia, 75-76.
A las bajas por positivo en covid-19 se le sumó ayer la marcha del ala-pívot Johnny O'Bryant, ex de la NBA y uno de sus mejores anotadores en Euroliga. El de Cleveland ha estado apartado del grupo en las últimas jornadas negociando con el equipo su rescisión de contrato y ayer ambas partes separaron sus caminos definitivamente. Además, se hizo oficial su incorporación al Turk Telekom turco, que juega actualmente la Champions League.
Se suma, por lo tanto, a la contratación de Marcus Foster, otro jugador de Euroliga que los turcos firmaron la semana pasada, procedente del Panathinaikos griego. O'Bryant promediaba 11.3 puntos, 5.2 rebotes y 1.4 asistencias en casi 21 minutos por partido. Se trata de una baja notable para el combinado serbio, al que se le han acumulado los contratiempos en el mes de febrero y que suma cinco derrotas consecutivas en Euroliga. O'Bryant se reunirá en Ankara con otros ex de la NBA como el alero San Dekker y el ala-pívot Kyle Wiltjer.