El Barcelona se ha proclamado campeón de la Copa del rey del año 2021, conquistando su vigésimo sexto título en este torneo en una final en la que ha superado claramente al Real Madrid (73-88). De nuevo, como ante el Baskonia en semifinales, los culés han sacado a relucir su potencial defensivo y su poderío físico para apabullar durante muchos minutos a su histórico rival. Solo la fe de los blancos, intentando remontar a toda costa la veintena de puntos que los catalanes han atesorado en la primera parte, le ha otorgado algo de emoción, bastante más ficticia que real, a una final que el Barcelona ha dominado con puño de hierro.
Si Jasikevicius ha optado de inicio por un quinteto físicamente muy poderoso, Laso, privado de Rudy para la final, ha optado por la movilidad con jugadores mucho más livianos e intercambiables entre sí. Y esa propuesta le ha dado réditos a los blancos con un gran arranque de Abalde (7-4), aunque casi de inmediato ha dado Mirotic la respuesta percutiendo una y otra vez en el interior. Una tendencia a la que el Barça ha dado continuidad, apoyado en su rebote ofensivo y en su superioridad por dentro, para firmar un parcial 0-14 para poner un 7-18 en el electrónico. Ni siquiera la salida a cancha de Tavares ha servido de revulsivo y el equipo culé ha conseguido una generosa renta al final del primer cuarto (11-20).
En el arranque del segundo período, por fin el Madrid ha logrado equilibrar el apartado físico y, a partir de ahí, el camino hacia la canasta ha sido un poco más sencillo. Alocén y Tavares se han combinado para hacer daño en cada ataque, encadenando nueve puntos en apenas dos minutos (20-25), pero el Barça ha conseguido dar respuesta a través de sus secundarios y de nuevo de un Mirotic que ha amargado la tarde a Deck.
Mientras que Laso no ha encontrado soluciones en su banquillo para frenar la sangría, Jasikevicius ha recurrido a sus estrellas en cuanto el marcador se ha apretado un poco. Y de nuevo su equipo ha vuelto a pisar el acelerador para ensanchar su ventaja (23-41), apoyado en una tremenda superioridad física. Todo le ha funcionado a los culés, que si en un momento se han victo privados de un Mirotic que se ha ido directamente a los vestuarios, ahí ha aparecido Smits para seguir haciendo daño con sus puntos y defensa, perfectamente secundados ambos en todo momento por un sensacional Davies, tremendamente inteligente en su juego.
Al descanso, el título ha quedado ya más que decidido, ya que al Real Madrid solo le quedaba por delante creer en los milagros con el 31-52 con el que los dos contendientes se han ido a los vestuarios.
En la reanudación, Laso ha buscado soluciones tácticas arriesgadas (ha colocado a Garuba sobre Calathes, ahogando al base rival) mediante las que ha desconectado el ataque barcelonista apoyado en un quinteto más físico. Con Tavares por fin siendo importante, poco a poco ha ido recortando la enorme diferencia con la que partía (40-55). Solo la aciaga actuación de Carroll, negado como nunca en el tiro, ha impedido a los madridistas meterse de lleno en el partido ante un rival atascado, en el que Abrines, con la siempre inestimable consistencia de Higgins en los momentos difíciles, ha llegado al rescate con un triple (40-59).
En todo caso, la fe del Madrid le ha permitido seguir creyendo a pesar de que ha luchado contra su nefasta tarde en el tiro y contra la frustración (le han castigado con dos técnicas casi consecutivas) que le ha llevado a regalar muchos tiros libres. El acierto desde los 4,60 metros le ha permitido al Barça vivir de las rentas, con la amenaza aún lejana pese a los denodados intentos de los blancos por recortar. El 50-69 del final del tercer cuarto ha reflejado bien a las claras que el esfuerzo madridista ha resultado baldío.
Pese a tenerlo casi imposible, los de Laso no se han dado por rendidos y de nuevo en el arranque del último cuarto han protagonizado un nuevo estirón hasta situarse a once de desventaja (62-73). Pero de nuevo Abrines y Higgins, con un triple, han abortado la reacción. Parecía ya la sentencia, pero el Madrid lo ha seguido intentando a pesar de chocarse reiteradamente contra un muro, el de los diez puntos, que se le ha hecho infranqueable.
El Barcelona ha conservado la calma en esos momentos de mayor sufrimiento para, punto a punto, asegurar la victoria (73-88) y con ella su vigésimo sexto título de Copa.
Real Madrid (73): Llull (8), Abalde (15), Causeur (5), Deck (9), Thompkins (8) -cinco inicial-, Tavares (17), Alocén (9), Carroll, Reyes (2), Laprovittola, Tyus y Garuba.
Barcelona (88): Calathes (12), Higgins (20), Hanga (3), Mirotic (12), Pustovyi (2) -cinco inicial-, Davies (10), Kuric (6), Smits (13), Westermann, Abrines (8), Bolmaro y Oriola (2).