El Fenerbahce convirtió el partido ante el Baskonia en un paseo, ameno y divertido para los turcos y arduo y penoso para los vitorianos. Tras avisar en los dos primeros cuartos con arreones importantes para responder a los amagos de reacción baskonistas, el conjunto otomano se desató tras el intermedio hasta empequeñecer por completo a su rival.

El encuentro se transformó en una lastimosa batalla por el basket average. El TD Systems había ganado por 18 puntos de diferencia (86-68) y su objetivo -una vez atado el triunfo- ya era superar la desventaja cosechada en Vitoria.

Los desempates pueden determinar varios puestos para acceder al Top 8 en una Euroliga tan igualada y sorprendente como esta. El partido de ayer vaticina que el Fenerbahce acabará por encima del Baskonia pero nunca se sabe.

De hecho, ahora mismo ambos equipos están igualados con el mismo número de victorias (9) y el ayer sufridor conjunto vitoriano acaba de ganar al líder CSKA en un partido que, desde luego, en prácticamente nada se parece a lo sucedido en Estambul.

Quizá sea imposible mantener cierta regularidad en un deporte que parece diseñado por enemigos de los jugadores. Este jueves empieza la siguiente jornada y el TD Systems Baskonia jugará en Tel Aviv ante el Maccabi.

Quizá este abrumador y enloquecido calendario ayude a explicar por qué el equipo vitoriano salió vapuleado del Ulker Sport Arena después de doblegar al CSKA y al Unicaja la pasada semana.

Lo que no parece tan comprensible es que la consecución de viajes y partidos provoque un bajón generalizado de tal calibre. El Baskonia sufrió la mayor paliza de lo que va de temporada (20 puntos de diferencia) y tampoco nadie hasta ahora le había endosado 96 puntos.

Bastante bochornoso, aunque lo peor fue la aparente renuncia por parte de los pupilos de Ivanovic a mantener al menos favorable el basket average. El Fenerbahce superó la renta a falta de dos minutos para la conclusión del tercer cuarto (71-51). Todavía parecía que el Baskonia se resistía a perder dos partidos en un mismo día y aún logró rebajar la distancia a 15 puntos (88-73) por mediación de un 2+1 convertido por Kurucs -la última y probablemente desesperada opción que escogió Ivanovic para insuflar algo de energía a su equipo.

Fue el último destello de pundonor baskonista, no obstante. El Fenerbahce ya había olido la sangre y no dudo en hincar el diente hasta rematar a su rival.

De Colo, Guduric, Brown... inmisericordes para elevar la difecerncias hasta un imposible y descorazonador 96-73. El último triple de Peters no consoló a nadie y tampoco sirvió para nada.