BILBAO BASKET Betolaza, Jenkins (16), Zyskowski (8), Kulboka (10) y Dos Anjos (2) -cinco inicial-; Brown (8), Kljajic (1), Reyes, Miniotas (9), Huskic (2) y Aminu (17).

VALENCIA Vives (9), Sastre (7), San Emeterio (7), Labeyrie (15) y Tobey (16) -cinco inicial-; Van Rossom (14), Hermannsson (5), Kalinic (5), Pradilla (15), Derrick Williams (8), Puerto (3) y Ferrando (2).

Parciales 21-25, 11-22, 24-31, 17-28.

Árbitros Carlos Peruga, Sergio Manuel y Rubén Sánchez. Sin eliminados.

Pabellón Bilbao Arena de Miribilla.

- El Valencia Basket tomó ayer el Bilbao Arena de Miribilla sin apenas oposición de un RETAbet Bilbao Basket sin bases y asolado por las lesiones que cedió rápido y no pudo evitar un severo correctivo visitante (73-106). Fue un partido sin más historia que un primer cuarto en el que los de Alex Mumbrú intentaron responder a cada intentona de escapada de los de Jaume Ponsarnau, que encadenaron su octavo triunfo seguido en la Liga Endesa y ven cada vez más cerca la cuarta plaza. Para el Bilbao Basket la tarde negra no quedó en el doloroso marcador final ni en su continuidad en los puestos de descenso, sino que se le sumó la lesión de Jaylon Brown, jugador clave. Y más sin Jonathan Rousselle, Quentin Serron y Ludde Hakanson. A los que se suma el pívot Ondrej Balvin, el más importante del equipo. En el plácido partido del Valencia brillaron casi todos sus jugadores, en especial los interiores. Empezando por el joven Jaime Pradilla (15 puntos, 7/7 TC y 24 de valoración) y continuando por Laberye (15, rebotes y 22) y Tobey (16 y 17).

En el Bilbao Basket lo único bueno fue que los nuevos, el pívot Alade Aminu (17 y 18) y el tirador Jon Jenkins (16), parecen que van cogiendo forma. Un gran comienzo de Tobey puso ya de inicio por delante al Valencia, muy superior bajo los aros a un Bilbao Basket muy voluntarioso y muy acertado también ante un rival sin bases que tuvo que salir con el canterano Betolaza de titular.

La baja Rousselle se añadía a la de hace semanas de Balvin, con lo que, sin sus dos mejores jugadores, para los de Mumbrú, un equipo ya con grandes carencias desde principios de temporada, era casi una quimera aspirar a ganar. No varió el guión en la segunda mitad. Y con el 0-13 del arranque de los últimos diez minutos el choque ya se convirtió en una contundente paliza.