- Definitivamente, ayer no fue el día del TD Systems Baskonia, al menos en el plano ofensivo. El conjunto de Dusko Ivanovic arrancó bien, con una puntuación repartida entre varios jugadores en el primer cuarto y acierto desde la línea de tres, pero se fue deshinchando con el paso de los minutos hasta completar un último parcial fatídico en el que solo fue capaz de meter 9 puntos, frente a los 20 que consiguió en el parcial. El desacierto exterior de los gasteiztarras, unido a la mejora defensiva del Maccabi a partir del segundo cuarto, resultó en la anotación más baja del Baskonia en lo que va de temporada, con solo 63 puntos, siete menos que la marca más pobre hasta el momento, los 70 tantos de la derrota contra el Zenit de San Petersburgo, 70-77, curiosamente también en el Fernando Buesa Arena.
No hay más que observar la carta de tiro de ayer del combinado local para darse cuenta de que sus lanzadores no estuvieron lo finos que deberían para poder adjudicarse la victoria. La defensa fue buena, los hombres de Dusko Ivanovic dejaron al Maccabi, sobrado de argumentos ofensivos, en solo 67 puntos y Wilbekin, uno de los mejores anotadores del continente, no pasó de los cinco puntos. Sin embargo, esta vez el ataque no acompañó a la labor defensiva de los gasteiztarras, que registraron un pobre porcentaje de 18,5% de acierto desde la línea de tres, con 5 de 27 intentos convertidos, frente al más aceptable 36% de los israelíes.
Giedraitis, una de las puntas de lanza del ataque baskonista, solo consiguió cuatro puntos y estuvo irreconocible desde más allá de la línea de 6,75 metros, desde donde falló sus cuatro intentos, que además no fueron tiros precisamente difíciles. De hecho, Tadas Sedekerskis cuajó un partido más sólido que el suyo, con dos triples en cuatro intentos. En los minutos decisivos, Ivanovic tomó la decisión de sentar a Giedraitis y jugar con Tadas, pero al poco tiempo lo devolvió a la cancha al ver que no funcionaba el quinteto. Tampoco estuvo bien Peters, que, al igual que Giedraitis, falló los cuatro tiros que intentó. Henry fue el mejor jugador exterior, pero llegó agotado a los minutos finales por falta de descanso y no pudo ayudar.
Ante las dificultades en el juego exterior, Fall y Polonara fueron los encargados de hacer daño bajo el aro. El gigante pívot hizo lo que quiso con Zizic y Bender en los primeros minutos, pero el Maccabi logró frenarlo con el ingreso de Othello Hunter, que fue un auténtico muro defensivo y además aportó 12 puntos importantes en ataque. A pesar de ello, se hace difícil de entender que Fall se quedara en el banquillo en los minutos decisivos del choque.
Pequeños detalles. Dusko Ivanovic admitió tras el partido que sus jugadores no estuvieron acertados en la faceta ofensiva. "Nuestro juego ha sido demasiado lento, sobre todo en las posesiones en estático de cinco contra cinco", dijo. Al montenegrino le gustó la imagen del equipo en el primer cuarto, en el que cosechó "una ventaja importante" que, sin embargo, perdió "demasiado fácil". A pesar de todo, el entrenador opina que el resultado final lo decidieron los pequeños detalles y atribuyó el mérito a la defensa rival. Ahora espera que los jugadores con mayor carga de minutos se recuperen bien para el partido de mañana.