El pronóstico antes del salto inicial iba encaminado hacia un contundente correctivo azulgrana. Casi dos horas después, fue un triunfo castaño oscuro en medio del sopor más absoluto en el Buesa Arena. A la hora de la verdad, el GBC no salió excesivamente malparado del templo vitoriano con un intento de rebelión que finalmente no pasó a mayores.

Pese a ahorrar fuerzas, su incesante número de pérdidas (19) y una cierta modorra que, en parte, estaba justificada tras los esfuerzos ante dos gigantes como el Real Madrid y el Efes, este TD Systems Baskonia se encuentra a años luz de un vecino donostiarra que ayer, al menos, fue un digno rival. El cuadro de Marcelo Nicola cosechó una derrota que puede ayudarle a ganar algo de confianza en su laborioso camino hacia la supervivencia liguera, mientras el Baskonia sigue a lo suyo. Un colectivo serio, rocoso y candidato a grandes gestas que apenas se permite bajadas de tensión.

Henry encarnó la suficiencia de un anfitrión alavés que ni siquiera necesitó meter una marcha alta con el fin de satisfacer su objetivo. La monotonía del derbi fue rota por la electricidad del timonel estadounidense, que se ha vuelto más indispensable que nunca por la lumbalgia de Vildoza. Junto a los chispazos de Giedraitis y el dominio interior de Fall y Jekiri, fue de lo poco rescatable de un partido en el que el TD Systems se limitó a cumplir un expediente con escasas fases de vistosidad.

Ni las piernas estaban frescas tras una semana extenuante ni la cabeza respondió como en otras ocasiones teniendo en cuenta la poca identidad de GBC. El conjunto donostiarra careció de antídotos ante los cambios de dirección y el mortal uno contra uno de un base que en cada jornada eleva un poco más una cotización ya por las nubes.

Henry rompió la monotonía de un derbi disputado entre bostezos en el que volvió a meterse entre pecho y espalda una minutada completamente innecesaria. Quizás haya que lamentar en el futuro un desgaste de este calibre en un choque de guante blanco. No obstante, las escasas horas de vuelo de un Kurucs justificaron la determinación de Ivanovic. Los contados minutos del letón al frente del timón fueron una oda al despropósito con varias pérdidas infantiles.

Todavía en pleno proceso de aprendizaje, el canterano quedó muy señalado ayer. Hasta el punto de que, con el GBC metido todavía dentro del partido en la recta final del tercer cuarto (57-54), el técnico montenegrino tuvo que reciclar a Dragic para ejercer dicha función con el fin de evitar males mayores en un encuentro con algún sobresalto más de los esperados en un principio.

Gracias a otra excelente estadística y un absoluto control del tempo, el base de Virginia Occidental destrozó la resistencia guipuzcoana con sus pletóricos cambios de ritmo y su consabida capacidad para alimentar a los compañeros. Más allá de su pujanza, poco más hubo que rescatar de una tarde de servicios mínimos. El Baskonia purgó una lógica falta de frescura y exhibió un baloncesto deslavazado que se tradujo en 19 pérdidas, una cifra desmedida tras la cual ni siquiera estuvo una agresiva defensa del GBC. Pese a dar la cara de forma notable, son tantas las limitaciones donostiarras que una nueva victoria llegó por pura inercia.

No fue el TD Systems arrollador que hace 48 horas destapó las débiles costuras del Anadolu Efes y la razón de ello fue, en buena medida, la escasa motivación y el cansancio tras la agotadora semana vivida a nivel físico y mental. De hecho, los pupilos adiestrados por Ivanovic compitieron con el freno de mano puesto durante muchos minutos sabedores de su superioridad. Ni siquiera hubo margen para la inquietud tras ese parcial de 0-13 que el GBC firmó en el segundo cuarto para darle la vuelta al marcador (25-32).

La formación vitoriana apretó lo estricamente necesario para quemar una anodina jornada de la fase regular que precederá batallas mucho más asperas. Eso sí, sus jóvenes desaprovecharon una inmejorable ocasión para reivindicarse. Kurucs dio esta vez la de arena, Raieste también pasó de puntillas en su vuelta al equipo, mientras que Diop se quedó fuera de la rotación interior por segunda jornada consecutiva. El ostracismo del senegalés comienza a ser preocupante.

Ficha técnica:

83 - TD Systems Baskonia (21+17+21+24): Henry (21), Giedraitis (17), Sedekerskis (3), Polonara (8), Fall (12) -cinco inicial-, Raieste, Jekiri (10), Peters (2), Dragic (10) y Kurucs.

71 - Acunsa Gipuzkoa Basket (17+19+18+17): Fagiano (7), Dee (3), Tomás (7), Radoncic (17), Echenique (6) -cinco inicial-, Francis (7), Span (6), Olaizola, Okouo (16) y Oroz (2).

Árbitros: Emilio Pérez, Luis Miguel Castillo y Yasmina Alcaraz. Sin eliminados.

Incidencias: partido correspondiente a la decimotercera jornada de la Liga Endesa disputado sin público en el Fernando Buesa Arena de Vitoria.