Rokas Giedraitis ha tardado muy poco tiempo en justificar la valía de su fichaje. Existían pocas dudas acerca de su devastadora pegada en ataque tras sus exhibiciones en el Alba Berlín a las órdenes del viejo zorro Aíto García Reneses y en estos primeros meses como miembro del TD Systems Baskonia el alero lituano se ha convertido en uno de los puntales de los sistemas ofensivos de Dusko Ivanovic. Tanto en la ACB como la Euroliga bordea los 13 puntos por partido con una sensación de amenaza permanente para las defensas rivales.

En una entrevista concedida al portal Eurohoops, Giedraitis se ha sincerado admitiendo que, además de la del club vitoriano, tuvo el pasado verano otras dos ofertas encima de la mesa para dejar un Alba alemán que ya se le quedaba muy pequeño a sus 28 años. Sin embargo, priorizó su desembarco en el Buesa Arena por muchos motivos. "Durante mucho tiempo, me estuvieron siguiendo. La primera razón, por supuesto, fue España y la competición ACB. Quería intentar jugar aquí. El Baskonia fue un muy buen equipo el año pasado y ganó el título, así que esto es un paso adelante para mí", reflexionó Giedraitis, que ha firmado un contrato por tres temporadas con la entidad de Querejeta.

Su ambición por conseguir títulos se encuentra fuera de toda duda y viendo la trayectoria azulgrana hasta la fecha está convencido de que el TD Systems posee la materia prima suficiente para ser una alternativa de poder en el presente curso. "Quiero ganar algo en Vitoria. Cada vez que juego al baloncesto, quiero ganar. No importa el deporte, o incluso las cartas, quiero ganar. Espero que tengamos posibilidades de hacerlo. Veo cómo van mejorando mis compañeros y creo que disponemos de una oportunidad. El tiempo lo demostrará. Todos en este club están aquí porque queremos ganar algo", insistió el francotirador báltico.

Giedraitis también fue cuestionado por la posibilidad de dar el salto en un futuro a la NBA, algo que ya pudo hacer a los 26 años cuando recibió una oferta mediante la figura del two-way contract: un contrato de ida y vuelta que vincula a un jugador con una franquicia NBA y su afiliado en la Liga de Desarrollo de una forma totalmente novedosa.

"Por supuesto que quiero jugar en Estados Unidos. Hace un par de años dije que podía encajar bien en algunos equipos. Pero en el baloncesto hay que trabajo duro y tener algo de suerte. Creo que el tiempo lo dirá. Me queda mucho trabajo por hacer en este momento, así que ahora no pienso en la NBA. Todos los niños que juegan baloncesto quieren probar allí", concluyó Giedraitis.