- El Anadolu Efes se rehizo ayer en la periferia de Moscú de su reciente traspié ante el Bayern Munich. Quien pagó los platos rotos fue un Khimki tan mediocre como en campañas precedentes que, pese a haber recuperado ya a casi todos sus jugadores importantes tras los positivos por coronavirus, continúa sin mostrar hechuras sólidas. Aunque no pudo contar con Beaubois y Dunston, el equipo turco fue una apisonadora (77-105) gracias a una excelente versión de Krunoslav Simon y Shane Larkin, que anotaron 24 y 20 puntos, respectivamente. En el otro partido del jueves, que medía en el Audi Dome a dos gallitos del torneo continental como el CSKA y la revelación del Bayern, se llevó el gato al agua un conjunto ruso en el que Mike James volvió a tener una influencia colosal con 25 puntos.