ada vez que hay telarañas en las arcas o con el fin de sobrevivir en una época de vacas flacas como la actual donde los ingresos se han visto menguados, la cantera constituye una opción inmejorable. El Baskonia lo ha puesto en práctica concediendo la alternativa este ejercicio a tres jóvenes como Arturs Kurucs, Sander Raieste y Tadas Sedekerskis. A otro nivel distinto teniendo en cuenta los numerosos ceros que cuesta su rimbombante plantilla, el flamante Barcelona de Sarunas Jasikevicius también quiere prodigarse en este objetivo que tanto gusta a los aficionados.

Y es que nada produce más orgullo que ver cómo alguna promesa se hace hueco entre una pléyade de nombres rutilantes como los que maneja el técnico lituano. Saras ha visto algo especial en Sergi Martínez, un pujante jugador de 21 años que tiene ante sí el complicado reto de ser el primer canterano que se consolida en el primer equipo del rival baskonista desde la retirada de Juan Carlos Navarro.

Su nombre saltó definitivamente a las portadas de todos los medios hace siete días tras el clásico ante el Real Madrid, una velada que por razones obvias siempre tiene una repercusión mediática muy superior a la de cualquier otro partido. El triunfo del Barça ante el Real Madrid tuvo un héroe inesperado: un joven nacido hace 21 años en la localidad barcelonesa de Rubí que dio la puntilla a los de Laso con siete puntos decisivos amén de sus nueve rebotes en los más de 30 minutos que permaneció en pista.

En ausencia de Nikola Mirotic, al que el protocolo de la Euroliga no permitió competir ese día al no haber cumplido la cuarenta de 14 días tras sufrir el coronavirus, el ala-pívot catalán se doctoró en uno de esos días marcados en rojo en la agenda de cualquier aficionado blaugrana. La explosión de Sergi Martínez, que fichó por el Barcelona con 11 años habiendo pasado desde entonces por todas sus categorías, era algo que podía intuirse. Tras su destacada participación en el Basketball Without Borders Global Camp, un campus en el que las mejores promesas de todo el mundo trabajan durante un fin de semana con jugadores de la NBA, los jefes de la sección se propusieron que llegara al primer equipo.

El catalán, internacional con España en las categorías inferiores y que junto a Miguel González, conquistó en julio del año pasado de la medalla de plata en el Europeo sub-20 de Israel, trabajó con Tryston Lawrence en Carolina del Norte con el fin de pulir diversos aspectos técnicos y tácticos de su juego. En 2016 también se proclamó campeón de la Euroliga en categoría junior con el Barça. A diferencia de otros entrenadores, Jasikevicius le ha reconvertido en ala-pívot extrayendo jugo de su gran físico. El tiro exterior es la asignatura pendiente de un joven hambriento de gloria que, pese a la enorme competencia, se resiste a ser un convidado de piedra en la interminable plantilla dirigida por el báltico.

El catalán, compañero de Miguel González en las categorías inferiores de la selección, se ha reivindicado en ausencia de Mirotic