- Ayer no fue una jornada cualquiera para el templo de un Baskonia instalado por méritos propios desde tiempos inmemoriales dentro la aristocracia continental. 30 años de vida no se cumplen todos los días y el club azulgrana ya se encargó de publicitarlo a través de las redes sociales ilustrando las pertinentes instantáneas que delatan el brutal cambio del Buesa Arena.

La transformación del Baskonia como equipo de élite no se habría entendido nunca sin el cambio de casa que emprendió allá por 1990. El vetusto polideportivo de Mendizorroza, sede hasta entonces de sus partidos, comenzó a quedarse muy pequeño para lo mucho bueno que vendría a partir de entonces y la directiva encabezada por Josean Querejeta obró en consecuencia con el fin de iniciar una nueva y fructífera era en su sexagenaria historia.

El imparable crecimiento deportivo del club vitoriano obligó a que la antigua Plaza del Ganado ubicada en Zurbano se convirtiera poco a poco en un mastodóntico recinto de baloncesto. En primera instancia adquirió la denominación de Pabellón Araba y a partir del 2000 ya fue bautizado como Fernando Buesa Arena tras el asesinato por parte de ETA de una figura clave del proyecto. Lo cierto es que la cancha del Baskonia ha quemado etapas a un ritmo ciertamente vertiginoso mientras era testigo de una interminable secuencia de victorias emotivas y también de alguna sonada decepción.

En el día de ayer sopló velas por trigésima ocasión de vida tras albergar su primer partido un lejano 15 de septiembre de 1990 con el equipo vitoriano y el ya desaparecido el Atlético de Madrid como protagonistas. Son ya tres largas décadas acogiendo con los brazos abiertos a los mejores jugadores del planeta en las que la casa del Baskonia -propiedad de la Diputación Foral de Álava- ha ido mudando de piel en varias ocasiones hasta convertirse hoy en día en uno de los recintos más vanguardistas y mastodónticos del Viejo Continente.

Tras ser inaugurado con una limitada capacidad para únicamente 5.400 espectadores, las sucesivas ampliaciones han ido estirando paulatinamente su aforo hasta más de las 15.500 butacas actuales. Ello le ha permitido al Buesa Arena ser uno de los mejores escenarios posibles para acoger con indudable éxito toda clase de eventos. Nadie como el Baskonia y Vitoria para dar la bienvenida a la flor y nata de un deporte que concita cada año la atención de cientos de fieles.

Primero fueron las Supercopas y las Copas del Rey a nivel doméstico, más tarde también acogió con éxito la fase final de la Eurocopa en 2011 y recientemente llegó la guinda del pastel: la Final Four, la ansiada joya de la corona por la que tanto llevaba suspirando la capital alavesa de forma denodada durante años. De ahí que el recinto azulgrana, eso sí necesitado de mejoras importantes en los últimos tiempos, continúe despertando la admiración de cualquier entendido en la materia.

Un lujo del que se han beneficiado los buenos amantes del baloncesto en Vitoria, unos privilegiados por disfrutar como nadie de un deporte de masas hasta la maldita pandemia en un escenario que para sí lo quisieran otros grandes del Viejo Continente. Entre medias, el Buesa también ha dado que hablar y ha sido objeto de cierta polémica. Como, por ejemplo, cuando perdió en julio de 2011 la emblemática cúpula diseñada por los arquitectos catalanes Joan Margarit y Carles Buxadé, cuya retirada tuvo partidarios y detractores a partes iguales.

El aniversario del templo azulgrana coincide desgraciadamente con un momento delicado para el Buesa Arena y los restantes recintos de la Liga ACB y la Euroliga. No en vano, los estragos causados por la emergencia sanitaria han aplazado sine die la vuelta del público a las pistas y eso es algo que ha roto momentáneamente el hechizo de una pista que pretende seguir acogiendo en el futuro los éxitos del Baskonia.

En su primer partido oficial acogió al equipo vitoriano y al desaparecido Atlético de Madrid un lejano 15 de septiembre de 1990

Las sucesivas ampliaciones le han permitido albergar las competiciones más glamurosas, sobre todo la 'Final Four' en mayo de 2019