- El farragoso culebrón en que se había convertido el futuro de Pierria Henry ha tenido finalmente un desenlace feliz para el Baskonia. Tras semanas de máxima incertidumbre y unas tensas negociaciones entre el club vitoriano y la agencia de representación del base estadounidense, se ha producido por fin la ansiada fumata blanca con un acuerdo muy beneficioso para las arcas del Buesa Arena.

Y es que el uno nacido hace 27 años en Virginia Occidental ha terminado plegándose a los deseos de Josean Querejeta de aceptar un ajuste salarial. El contrato que firmó hace un año era difícilmente soportable para el Baskonia en el nuevo escenario abierto por la pandemia, de ahí que la única opción de que Henry continuara vistiendo la elástica azulgrana pasaba irremediablemente por un descenso de los emolumentos. Es lo que ha sucedido finalmente tras un tira y afloja que se ha prolongado desde prácticamente la jornada siguiente a la embriagadora conquista del título liguero en la Fuente de San Luis en Valencia.

El Baskonia, por su parte, también ha tenido que ceder para el cierre satisfactorio de la operación. El nuevo contrato vincula a Henry únicamente por una campaña más, por lo que el director de juego norteamericano tampoco se ata en exceso a la entidad alavesa durante un largo intervalo de tiempo y podría tener el próximo verano las manos libres para elegir su destino en el caso de que decida poner punto y final a su etapa en Vitoria.Procedente del Unics Kazan ruso, Henry se comprometió hace un año por tres temporadas con el Baskonia. Sin embargo, dicho compromiso incluía una letra pequeña que no fue desvelada en su día como la existencia de una cláusula de corte que el club vitoriano podía ejecutar durante los diez días siguientes a la finalización de esta campaña. Tras agotarse ese plazo, ambas partes se dieron entonces algo más tiempo para seguir negociando la mencionada rebaja salarial y tratar de llegar a un acuerdo, un objetivo que a la postre se ha hecho realidad y permite a Dusko Ivanovic seguir contando con los servicios de un base atípico pero muy de su agrado.

El entrenador montenegrino se ha convertido en el principal valedor de la continuidad de Henry, descartando incluso otras opciones que estaban encima de la mesa para cubrir su hipotética ausencia. Las características del estadounidense están bastante alejadas del perfil de muchos carismáticos bases a los que Ivanovic ha dirigido durante sus etapas anteriores en Vitoria, aunque ello no es óbice para que haya intercedido ante las altas esferas con el fin de que una de sus prolongaciones sobre la pista permanezca al frente del timón azulgrana.

Para el de Bijelo Polje, pesan mucho más en la balanza sin duda las magníficas dotes defensivas, la capacidad de sacrificio y el generoso despliegue físico de Henry en lugar de la dudosa eficacia de su muñeca desde la larga distancia, sus lagunas a la hora de hilvanar el juego o sus problemas para brindar rigor al ataque posicional. Virtudes y carencias que han quedado acreditadas a partes iguales en la primera campaña del norteamericano como azulgrana. Aclimatado ya a la ciudad y la exigencia de Ivanovic, el Baskonia confía lógicamente en que mejore los citados puntos débiles y proporcione un salto de calidad al equipo en su segundo año en la capital alavesa.

Si no se registran sorpresas en próximas fechas con Luca Vildoza, revalorizado en la fase final de la ACB, la dirección de juego ya estaría completamente perfilada de cara a la próxima temporada con el marplatense, el propio Henry y Arturs Kurucs, que ya estuvo dentro de la dinámica del equipo vitoriano en la recta final del pasado curso tras su fructífera cesión al VEF Riga.

Sin embargo, la polivalencia constituye un punto fuerte de todos ellos, que podrían coincidir perfectamente sobre la cancha durante muchos minutos. Las alternativas en el timón se multiplicarán con el reciente desembarco de Khadeen Carrington, un combo con teóricamente capacidad para subir el balón al campo contrario, ordenar el juego y generarse sus propias canastas si consigue refrendar en Vitoria las buenas sensaciones exhibidas el pasado ejercicio en el Ludwisburg alemán.