Vitoria - Tras el éxito en la descafeinada Copa del Rey que bajó el telón este pasado domingo en el Martín Carpena de Málaga, la leyenda de Pablo Laso continúa creciendo a un ritmo de vértigo. Son ya 19 títulos en su haber como entrenador del Real Madrid, 26 finales de 35 posibles y la terca sensación de que este número puede engordar a lo largo de esta temporada apreciada la aplastante superioridad del equipo blanco en los tres partidos de tierras costasoleñas o que el Barcelona, su eterno rival, no termina de hacer de sus lustrosas individualidades un bloque de hormigón. Un vitoriano ha cambiado por completo el rumbo de una sección de baloncesto que hasta su llegada en el verano de 2011 no hacía más que dar tumbos y contemplaba con envidia cómo el equipo blaugrana tiranizaba con puño de hierro el baloncesto español.
Lolo Sainz, a quien el ahora preparador merengue entregó la pasada semana en el transcurso de la gala de Gigantes el galardón Gigante Entrenador de Leyenda, ha enumerado para DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA algunas claves que mantienen a aquel niño formado en la cantera de San Viator en la permanente cúspide del éxito. La friolera de cinco Ligas ACB, seis Copas del Rey, cinco Supercopas, dos Euroligas y una Copa Intercontinental adornan ya el prolífico palmarés de un entrenador que no solo ha patentado en el Real Madrid la cultura del triunfo sino también una atractiva propuesta baloncestística que contagia a los líricos de este juego.
"Su mentalidad cuando jugaba en el Baskonia ya era muy buena, pero tiene un estilo de pensar y una filosofía sobre cómo debe de jugar un equipo que comulga con la tradición que ha tenido desde siempre el Real Madrid de un baloncesto vistoso, de contragolpe, de lucha y y defensa. Se ha adaptado muy bien a lo que es un club súper grande y con muchas obligaciones en el sentido de la máxima exigencia y de querer que todo salga perfecto. Ha sabido inculcar perfectamente a los jugadores esa mentalidad ganadora de la que siempre gozó el Madrid", desgrana la figura que más gloria brindó a la entidad de Concha Espina antes del desembarco del gasteiztarra.
Laso se encuentra inmerso ahora en su novena campaña con el Real Madrid, una máquina de demolición con jugadores como Facundo Campazzo y Walter Tavares en otra dimensión y un equipo de autor que prácticamente compite de memoria gracias a unos automatismos adquiridos desde tiempos inmemoriales. Algunos críticos, eso sí, tratan de arrebatarle méritos alegando que esta época dorada en cuanto a resultados tan solo obedece a la astronómica inversión del club presidido por Florentino Pérez.
Un excelente gestor A juicio de Sainz, el principal mérito del vitoriano reside en saber lidiar con un grupo numeroso en el que jugadores de indudable prestigio ven racionados sus minutos de juego en muchas ocasiones. "Es muy difícil la gestión de un vestuario con tantos egos y él lo hace perfecto sabiendo contentar a todos. En mi época de entrenador, la gente me decía que con esos jugadores lo tenía muy fácil y es todo lo contrario. Cada uno es de su padre y de su madre, todos son grandes estrellas y hay que saber llevarlos, mimarlos y darles un capón cuando es necesario. La gestión de un vestuario es problemática porque ahora se conforman plantillas de 15 ó 16 jugadores. Antes eran menos y los que completaban el equipo eran jóvenes a los que se podía dejar sin minutos. Muchas veces hay que actuar de una forma que al gran público no le gusta, pero Pablo lo hace fenomenal en este sentido", explica.
Siempre se habla del enorme desgaste a nivel físico y mental que genera un banquillo como el merengue, pero Laso de momento tiene cuerda para rato a juicio de los grandes expertos que siguen de cerca su exitosa trayectoria. Incluso Sainz lanza un órdago de cara al futuro. "No creo que le cueste mucho trabajo alcanzar mis 14 temporadas al frente del Real Madrid", remarca el extécnico nacido en Tetuán (Marruecos), que todavía conserva una ligera ventaja sobre Laso en cuanto a títulos de Liga y de la extinta Copa de Europa (ahora Euroliga).
"Es joven y creo que le quedan bastantes años. Es muy complicado saber el tiempo que puede estar, ya que depende de muchas cosas: de su propia paciencia o la creencia de que pueda querer un año sabático por la tremenda presión y también de la confianza del club. Florentino ha depositado toda su fe en él y no le pone ninguna pega", aclara Sainz, para quien su reciente éxito en Málaga "posiblemente haya sido el título más fácil" de todos los que ha conquistado con el Real Madrid.
Sus célebres broncas a los jugadores durante los tiempos muertos -bautizadas como lasinas- hacen del gasteiztarra un preparador con "una personalidad arrolladora" que, a juicio de Sainz, ha conseguido mitigar merced a su sabia dirección desde el banquillo el enorme impacto generado por los galácticos fichajes del Barcelona durante el pasado mercado estival. Desde luego, las comparaciones con Svetislav Pesic son hoy en día odiosas pese a que el veterano serbio pudo reanimar en su día a un conjunto culé incapaz de revertir el incuestionable dominio que está ejerciendo su gran rival en esta última década.