Vitoria - Nik Stauskas ya es historia en el seno del Baskonia. Ambas partes han sellado "un acuerdo amistoso" para liquidar el contrato que les unía hasta el final de la temporada. Era una noticia hasta cierto punto esperada por muchos que ayer quedó certificada de forma oficial. El club azulgrana y el escolta canadiense constituían un matrimonio condenado al fracaso y los acontecimientos se han precipitado en estas últimas semanas la hora de poner punto y final al mismo de una forma prematura.

El fichaje estrella de cara a esta campaña, con evidentes problemas físicos en su rodilla izquierda que le obligarán en breve a pasar por el quirófano en Estados Unidos y en el ojo del huracán tras su desafortunada falta a Facundo Campazzo que regaló hace días una victoria al Real Madrid en la Euroliga, se marcha de Vitoria por la puerta atrás. Lo hace tras no haber podido responder a las elevadas expectativas que generó su incorporación.

Stauskas aterrizó el pasado verano por primera vez en el baloncesto europeo con la vitola de killer, pero su rendimiento ha sido decepcionante no solo a la hora de inyectar mordiente al ataque sino también en el aspecto defensivo. El propósito de relanzar su carrera en Vitoria tras una discreta etapa en la NBA se ha quedado finalmente en agua de borrajas. Ni el físico le ha respondido por culpa de una molesta tendinopatía rotuliana que dilató varias semanas su debut a las órdenes de Velimir Perasovic ni su adaptación al baloncesto europeo ha sido la ideal. Una mezcla explosiva que, a la postre, le ha alejado de la órbita azulgrana.

El Baskonia se desprende de un exterior que ahora mismo era más un problema que una solución en las manos de Dusko Ivanovic, con el que ha mantenido incluso algún encontronazo que se hizo viral. Stauskas reunía todos los boletos para ser el sacrificado en la Liga ACB con la próxima vuelta de Pierria Henry al equipo, algo que elevaba a tres el número de extracomunitarios. Por lo tanto, su continuidad en Vitoria carecía de cualquier lógica en el caso de que se consume en las próximas semanas la eliminación en la Euroliga.

Sin apenas triplistas fiables Su química con el técnico montenegrino se encontraba en entredicho y los problemas crónicos en su rodilla izquierda con los que debió convivir desde la pretemporada se habían reproducido, de ahí que se haya consumado un divorcio que viene bien a las dos partes. De esta manera, la entidad del Buesa Arena se ahorra un evidente problema en el plano deportivo con un jugador que le resultaba incómodo a Ivanovic y de paso evita tener que abonarle una parte muy importante de los emolumentos garantizados hasta el final del ejercicio.

Por si ello fuera poco, el reciente fichaje de Zoran Dragic había reducido de forma drástica su minutaje en los últimos encuentros y hacía de él un elemento prescindible pese a que las características de ambos baloncestistas son bien distintas. A la hora de la verdad, Ivanovic ha preferido el carácter aguerrido, la intensidad y la verticalidad del purasangre esloveno a la extrema frialdad de un canadiense que no estaba siendo ni un generador de juego echando el balón al suelo ni mucho menos una velada amenaza desde la larga distancia.

A Stauskas tan solo se le recuerda durante todos estos meses en Vitoria una excelsa actuación con los colores del Baskonia. Concretamente destapó el tarro de las esencias en aquella visita al Stark Arena de Belgrado, donde destrozó al Estrella Roja en el tercer cuarto merced a una álgida producción ofensiva.

Dado que en principio no está previsto ningún fichaje más -en ese hipotético caso habría que descartar a uno de los comunitarios FIBA en la ACB-, la principal incógnita estriba ahora en saber si el equipo vitoriano podrá anotar con regularidad desde el 6,75 o, por el contrario, malvivirá de lo lindo debido a la orfandad de un triplista fiable que intimide a las defensas rivales gracias a la eficacia de su muñeca.

Con Matt Janning, Shavon Shields, el residual Miguel González y el citado esloveno, sin obviar que el técnico baskonista también puede desplazar a Polonara al puesto de tres o alinear juntos durante muchos minutos a Semaj Christon y Pierria Henry, el perímetro dispone teóricamente de los efectivos suficientes para afrontar lo que resta de campaña.

Los discretos números de Stauskas en Vitoria dejan entrever que su contratación no ha cuajado en ningún momento. En la Euroliga ha disputado 20 partidos con promedios de 9 puntos, 2 rebotes y 1,6 asistencias en 20 minutos de juego. En la Liga ACB ha aportado 7,2 puntos, 1,5 rechaces y 1,4 pases de canasta en 18 encuentros. Estadísticas y sensaciones muy alejadas de lo que esperaba el Baskonia cuando apostó por su desembarco, al que otros grandes como el Real Madrid o el Valencia Basket habían renunciado con anterioridad tras ser ofrecido por su agencia de representación.