Vitoria - Arranca otra semana agotadora para un Baskonia obligado a estabilizar su rumbo tras la meritoria victoria en Las Palmas. La lejana San Petersburgo, hogar donde habita el Zenit de Joan Plaza, se convirtió ayer en la primera parada del envenenado periplo ruso que le conducirá el viernes hasta la pista del CSKA, un rival en teoría menos propicio en busca de dos victorias que devuelvan algo de aliento en la ardua pelea por una plaza en los cruces de la Euroliga.

Lo cierto es que cualquier posibilidad de reengancharse a la lucha por dicho objetivo pasa ineludiblemente por conquistar esta tarde el Sibur Arena, la amable cancha de un Zenit que es el actual colista de la competición -eso sí, igualado con el Alba y el Zalgiris- pero envalentonado tras doblegar la semana pasada a domicilio al Khimki. Tan solo se ha cumplido una jornada de la segunda vuelta y nadie ha dicho todavía su última palabra en esta maratoniana fase regular, pero el margen de error ya es ciertamente mínimo para un Baskonia que tristemente ha demostrado no estar al nivel que exige el carísimo billete para el Top 8 tras cuatro presencias consecutivas entre la flor y nata continental.

La octava plaza está ya a dos victorias de diferencia, pero el Estrella Roja afronta esta semana dos compromisos asequibles en Belgrado frente al Zalgiris y Alba para encarecer más si cabe el objetivo que persigue la tropa alavesa. De ahí la imperiosa necesidad de superar al Zenit para no ceder más terreno si cabe en la frenética carrera por la octava plaza, la única susceptible de poder cambiar de dueño en lo que resta de Euroliga dado que el Panathinaikos y el Armani Milan -dos equipos con un potencial incuestionable que totalizan 10 triunfos- difícilmente podrán ser alcanzados de aquí en adelante por sus perseguidores.

La del Zenit debería ser en condiciones normales una salida propicia, más si se confirma la baja de Gustavo Ayón en las filas locales, pero los precedentes de esta temporada en la Euroliga ante rivales modestos como el Asvel o el Alba obligan a ser cautos. De nuevo sin Luca Vildoza entre los expedicionarios, el Baskonia necesita exhibir la misma imagen que en la segunda mitad en el Gran Canaria Arena cuando fue capaz de desplegar grandes minutos basados en una férrea actividad defensiva, rápidos contragolpes y una buena circulación de balón en ataque.

El anfitrión ruso, plagado de rostros conocidos sobre la cancha y en el banquillo, venderá cara su piel pese a la posible ausencia de su gran faro en el juego interior. Ayón se ha perdido los últimos compromisos del Zenit debido a una lesión muscular, pero su concurso no está descartado del todo. Respecto a la primera parte de la competición, Joan Plaza y los suyos están siendo mucho más competitivos gracias a la aportación de tres jugadores por encima del resto: Ponitka, Hollins y Thomas. El técnico catalán -muy cuestionado semanas atrás- también ha prescindido de Renfroe en los últimos tiempos, aunque la ausencia del exbaskonista ha obedecido a cuestiones tácticas.

Albicy, ex del Andorra, y Khvostov, baja de última hora por un esguince, son los bases con más protagonismo dentro de un Zenit que tan solo ha sido capaz de imponerse esta temporada en casa al Asvel francés. Sus otros cuatro triunfos han tenido lugar en las canchas del Olympiacos, Zalgiris, Fenerbahce y Khimki.

19ª jornada de la Euroliga. Sibur Arena (18.00 horas; DAZN).

Árbitros: Latisevs, Panther y Vilius.

70-60