Vitoria - Salvo operación relámpago, el inicio de la pretemporada del Baskonia previsto para el próximo lunes contará con un protagonista inesperado que sigue sin resolver su futuro. Se trata de Ajdin Penava, cuyo contrato en vigor con el club vitoriano hasta 2022 le obligará a pasar los pertinentes reconocimientos médicos y empezar a sudar a las órdenes de Velimir Perasovic. Mientras la dirección deportiva ya le ha encontrado un destino profesional a otras jóvenes promesa de la cantera, todavía no hay nada cerrado en el caso del ala-pívot bosnio de 22 años.
Pese a los contactos con varios clubes, preferentemente extranjeros, que estaban dispuestos a acogerle entre sus filas durante la próxima campaña, ninguna operación ha dado hasta la fecha los frutos deseados por todas las partes. De esta manera, Penava será uno más en el inicio del trabajo mientras las gestiones del Baskonia para su salida en forma de préstamo continúan su desarrollo. Se busca un equipo ideal donde pueda foguearse e ir madurando de cara al futuro.
Lo curioso del caso es que, si no hay fumata blanca a corto-medio plazo, desde el entorno del interior balcánico no se descarta la posibilidad de que tome parte en los amistosos e incluso pueda iniciar la temporada con el Baskonia. Esto último sería realmente sorprendente, ya que implicaría que los rectores no han encontrado todavía en el mercado al imprescindible cuatro que oxigene a Tornike Shengelia.
Penava se mantiene como una apuesta de futuro del Baskonia, aunque su primera temporada como azulgrana no ha invitado al optimismo respecto a lo que puede dar de sí en los próximos años. Cuando todo hacía indicar que el club apostaría el pasado verano por un ala-pívot mucho más solvente y curtido en mil batallas, se sacó a última hora de la manga una pieza huérfana de experiencia al más alto nivel procedente del baloncesto universitario estadounidense.
Durante buena parte del pasado ejercicio, Penava se convirtió en una figura prácticamente decorativa en Vitoria. Entró con cuentagotas en los planes de Pedro Martínez, primero, y más tarde Velimir Perasovic. Su escuálido bagaje se redujo a seis partidos, tres de ACB y tres de Euroliga, con una escasa presencia en pista. La gestión azulgrana con su evolución resultó a todas luces incomprensible hasta que a finales de febrero fue enviado al equipo filial de LEB Plata -ya desaparecido- con el fin de ayudarle en el objetivo de la salvación. El bosnio tampoco firmó actuaciones deslumbrantes pese a tratarse de una categoría semiprofesional donde compiten jugadores de un perfil muy bajo.
La idea del Baskonia y de la agencia de representación de Penava de cara a la temporada 2019-20 sigue siendo la de encontrar una cesión, aunque dicho objetivo aún no se ha materializado. Dado que está muy verde y ocupa la plaza de comunitario FIBA, se antoja complicado que algún conjunto de la ACB puje a estas alturas por sus servicios. De ahí que la prioridad haya sido desde el primer momento algún club del extranjero, a poder ser de los Balcanes, donde pueda gozar de la continuidad necesaria que permita adivinar su techo como jugador.
Mientras ello sucede, Penava será uno más en el comienzo de la pretemporada. Junto al joven cuatro nacido en Sarajevo, los otros baloncestistas convocados en Vitoria -todos ellos con el puesto asegurado para el próximo ejercicio- son Pierria Henry, Jayson Granger, Matt Janning, Nik Stauskas, Miguel González, Shavon Shields, Tornike Shengelia y Youssoupha Fall. Luca Vildoza, Patricio Garino y Micheal Eric no llegarán hasta bien entrado el mes de septiembre debido a la disputa del Mundial de China, al que también opta Ilimane Diop.