Vitoria - Ser entrenador en cualquier modalidad deportiva es una profesión de máximo riesgo. Tan pronto uno puede ser elevado a los altares o dirigir a un transatlántico como caer en el más absoluto de los olvidos o conformarse con dirigir un proyecto menor que no sacia del todo las expectativas profesionales. El Baskonia se reencuentra esta mañana con Sito Alonso, uno de los personajes que más controversia ha generado en la capital alavesa en los últimos tiempos cuyo encargo desde hace semanas reside en intentar salvar de la quema a un modesto como el UCAM Murcia.
La carrera del técnico madrileño describe una línea descendente desde que Josean Querejeta decidiera prescindir de sus servicios en el verano de 2017. Los resultados que obtuvo con el Kirolbet no fueron insatisfactorios -semifinales de la ACB y la Copa del Rey, además del billete para el Top 8 en la Euroliga cayendo en esa ronda con cierta polémica ante el todopoderoso CSKA-, pero siempre anidó la sensación de que estuvo cuestionado desde el primer día y no cumpliría su segunda campaña opcional como jefe del vestuario del Buesa Arena.
Ni siquiera le hubiese bastado un título o el pasaporte para cualquier final ante el enorme recelo que su trabajo despertaba en la figura de Josean Querejeta, que incluso se planteó en más de una ocasión despedirle a mitad de temporada e incluso planteó a Pablo Prigioni -retirado a primeros de 2017- la posibilidad de hacerse con las riendas al equipo, algo que sí haría unos meses más tarde con escasa fortuna.
Su marcha de Vitoria tampoco sentó excesivamente mal a Sito Alonso, que al poco de hacer las maletas se comprometió con otro proyecto de caza mayor como el del Barcelona, que tras ver cómo se esfumaban las primeras opciones en cartera -sobre todo, Sarunas Jasikevicius- recurrió a sus servicios. Concretamente, firmó por dos campañas más una tercera opcional, pero en febrero del año pasado también sería despedido como consecuencia de una trayectoria pésima al frente del banquillo culé. Precisamente una estrepitosa derrota en el Buesa (96-72) supuso el detonante del despido de un entrenador cuya relación con algunas vacas sagradas del vestuario era inexistente, según las malas lenguas.
Aquella constituyó una nueva puñalada para el prestigio del preparador madrileño, que encima vio cómo su recambio (Svetislav Pesic) era capaz de cambiarle por completo la cara al Barcelona y conducirle a los pocos días al título de la Copa del Rey en el Gran Canaria Arena. Este éxito blaugrana le dejó si cabe más señalado, pero afortunadamente para su carrera Sito permanecería muy poco tiempo en la cola del paro.
ocho partidos en zagreb Y es que el pasado verano se le abrió otra rendija novedosa desde que decidiese abrirse paso en los banquillos. No en vano, por primera vez decidió probar fortuna lejos de España en un club de miras ambiciosas que suspiraba por hacerse un hueco en la Euroliga de esta próxima campaña. El Cedevita, un clásico de la Liga Adriática empeñado en desbancar al Estrella Roja, Buducnost y Partizan, pensó en su figura en busca de un salto de calidad. Sus rectores pusieron en manos del exbaskonista un plantel plagado de rostros conocidos como Pablo Aguilar, Vitor Benite, Augusto Lima, Justin Cobbs o James Bell. Sin embargo, Sito no dio con la tecla para hacer del croata un conjunto competitivo. Su aventura en tierras balcánicas apenas duró ocho partidos, dando continuidad así a sus desafortunadas experiencias de los años anteriores. Su tempranero despido fue la punta del iceberg de un pequeño tsunami que se vivió en el Cedevita con la salida del presidente y manager general.
El último equipo en confiar en el madrileño ha sido el Murcia, inmerso desde el arranque de la temporada en turbulencias y que a finales de enero optó por destituir al polémico Javi Juárez en busca de un revulsivo. Sito ha dirigido hasta ahora siete encuentros en tierras pimentoneras con un balance de tres victorias (Barcelona, Zaragoza y Estudiantes) y cuatro derrotas (Obradoiro, Breogán, Valencia Basket y Fuenlabrada).
Un punto a su favor es que ha ayudado al Murcia a reengancharse a la pelea por la salvación gracias a una álgida producción ofensiva. Su equipo acostumbra a imprimir un elevado ritmo y jugar a muchas posesiones, lo que le ha permitido superar la centena de puntos en dos ocasiones. Sin embargo, la situación del próximo rival del Baskonia todavía es crítica a falta de nueve jornadas para que se eche el telón al curso liguero.