vitoria - El base uruguayo vivió un auténtico calvario en su estreno como baskonista debido a un tobillo dañado que no le permitió rendir a su nivel prácticamente en ningún momento. En el ojo del huracán por este motivo durante bastante tiempo, el charrúa reconoce haberlo pasado mal como consecuencia de una situación “frustrante”. Pese a ello, afronta la temporada que está a punto de arrancar con ilusiones renovadas y dispuesto a demostrar que “lo que no te mata te hace más fuerte”. En su fuero interno además anida un indisimulable deseo de revancha -“Sé que puedo dar mucho más de mí”, confiesa- con el horizonte de la Final Four que acogerá el Buesa Arena el próximo mes de mayo como gran “motivación”.
Después de las siempre aburridas semanas de pretemporada el sábado arranca por fin la competición de verdad. ¿Cómo llega el equipo?
-Con muchas ganas, con mucha ilusión de arrancar una nueva temporada. Conservamos un núcleo de jugadores, un bloque, muy importante y le añadimos incorporaciones muy positivas y mucha motivación.
La continuidad de la mayor parte de la plantilla del ejercicio pasado es la principal diferencia respecto a los últimos años.
-Exacto. Yo creo que es algo importante para todo equipo, cada temporada construir algo partiendo desde el mismo bloque. La mayoría de los chicos seguimos acá, con el mismo entrenador, cosa que el año pasado no ocurrió, y pienso que bajo el mando de Pedro desde el inicio obviamente las cosas van a ser diferentes. Esperemos tener un inicio totalmente distinto al de la temporada pasada. Conocemos cada uno nuestro rol, sabemos lo que nos pide el entrenador y creo que es muy importante que ese bloque se haya mantenido.
¿Qué gana y qué pierde la plantilla con la marcha de Beaubois y Timma y la llegada de las nuevas incorporaciones?
-Puede que el año pasado tuviésemos un poco más de talento ofensivo pero creo que éste defensivamente ganamos mucho y en ataque tenemos más variedad. Tanto Darrun (Hilliard) como Shavon (Shields) son dos jugadores que pueden poner la pelota en el piso muy fácil, crear para los demás, crear sus propios tiros... y pienso que eso va a ser una baza muy importante. Y sobre todo defensivamente son jugadores que se acoplan muy bien al sistema. Obviamente no me quiero olvidar de Ajdin (Penava), que es un chico joven que le está costando aclimatarse un poco porque viene de la Universidad y este ritmo y este nivel es totalmente diferente pero ha dejado muchos destellos de calidad en muchos entrenos. Son jugadores que están acoplándose a la perfección y que nos van a dar mucho.
En la Supercopa el equipo compitió de igual a igual con Barcelona y Real Madrid. ¿Esa referencia sirve para afrontar lo que viene con confianza?
-Obviamente. Nosotros queremos competir por títulos y ganar títulos. Sabemos en el punto que estamos y el margen de mejora que tiene este equipo. Hay que seguir trabajando y mantener la humildad que nos caracteriza día a día pero con ambición. Está claro que hay que ser ambiciosos, intentar pelear por los títulos, ser capaces de competir contra los mejores equipos de Europa y demostrar cada fin de semana y cada jornada de Euroliga que el Baskonia puede estar ahí arriba.
Y con el caramelo añadido de saber que la ‘Final Four’ se va a celebrar en casa.
-Sí, la verdad es que mucha gente puede pensar que es presión pero nosotros lo usamos más como una motivación. Es una motivación extra decir que tenemos una Final Four en Vitoria. Una ciudad que se lo merece totalmente, que vive y respira basket las 24 horas. Es algo muy importante no solo para el club sino para la ciudad en sí y tenerlo acá casi en la mano es una oportunidad muy linda, muy bonita, de darle este regalo a esta afición y a esta ciudad sobre todo.
¿La pregunta que se hace todo el mundo es cómo se encuentra físicamente Jayson Granger?
-Tuve muchos problemas físicos el año pasado que me impidieron rendir al nivel que me hubiese gustado, pero por suerte voy mejorando cada día. Es cierto que todavía me falta ritmo de basket, porque son muchos meses sin poder competir a alto nivel. Los entrenamientos ayudan pero lo que te da el ritmo de competición son los partidos. Pero la verdad es que me he sentido cómodo estas últimas semanas, Pedro me está dando confianza, los chicos me están ayudando y espero que este año sea totalmente diferente a nivel individual. Sé lo que puedo aportar al equipo y tengo muchas ganas de poder contribuir con mi granito de arena.
¿Resultó muy frustrante ver que no conseguía encontrarse en condiciones físicas óptimas?
-Sí, está claro. Creo que fue más un error mío de no parar y decir ‘me tengo que curar al cien por ciento para poder estar’. Aunque mentalmente sabía que no me encontraba bien siempre intentas poder estar y ayudar y te equivocas. Es algo que aprendí. Si yo no me encuentro físicamente bien por más que lo intente puede que no salga bien. Que fue, yo creo, lo que pasó el año pasado. Cuando tuve uno de los esguinces gordos antes de los play off, querer forzarlo y luego recaer otra vez, lo que me llevó ya a otra lesión más gorda... La verdad es que sí fue un poco frustrante pero lo que no te mata te hace más fuerte y yo creo que esa experiencia, ese año, me ayudó mucho mentalmente. Ha sido la primera vez que realmente estuve lesionado y esperemos que esta temporada pueda rendir al cien por cien, estar sano todo el año y ayudar a mis compañeros.
¿En quién se apoya uno en esos momentos complicados?
-Es difícil. Mantenerse fuerte es más difícil de lo que uno cree. Yo pensé que lo tenía bastante asimilado pero cuando termina la temporada y te pones a analizar cada semana, cada mes y cada partido y ves que las cosas no fueron como querías intentas buscar ayuda de otra manera. Yo creo que tanto familia, amigos o profesionales -en el ámbito de la psicología por ejemplo- son gente que te ayuda y te hace mejor. Vas aprendiendo cosas nuevas y ves que las cosas van evolucionando. Hoy en día por ejemplo la psicología deportiva es un poco tabú pero pienso que debería usarse más a menudo, porque al deportista le ayuda y le va a venir muy bien.
¿En algún momento tuvo la sensación de estar señalado?
-Bueno, esos son gajes del oficio. Está claro que yo sé con el rol que venía el año pasado y es algo que asumo. Soy consciente del nivel que di, que no fue el esperado. No me gusta poner excusas pero no pude estar físicamente al cien por cien y mi físico juega gran parte de mis ventajas a la hora de rendir. Pero igual que estuve yo señalado puede haberlo estado otro compañero. Obviamente nosotros tenemos que trabajar día a día, intentar evadirnos de las cosas que vienen de fuera y sobre todo estar preparados mentalmente. Porque ni un día eres el mejor por haber jugado bien ni otro el peor por hacerlo mal. Hay que intentar ser lo más regulares posibles e intentar ayudar al equipo a que gane, que es lo más importante.
¿Durante el verano ha pasado por su cabeza la posibilidad de no estar en Vitoria esta temporada?
-Nooo, para nada. Nada más terminar la temporada el club me plantea la opción de que sigue confiando en mí, que había entendido a la perfección mi situación, yo me centro en recuperarme lo antes posible con los tratamientos que me mandan los fisios y los médicos y la verdad es que esa posibilidad no se me pasó por la cabeza en ningún momento. Obviamente es como que tengo una espinita clavada porque aunque a estas alturas de mi carrera sé que no tengo que demostrar nada a nadie me queda dentro esa cosilla. Sé que lo podía haber hecho mejor, sé que si tal vez no hubiese estado lesionado quizás podríamos haber peleado un poquito más... No sé, no sé, cómo describirlo realmente pero es algo conmigo mismo. No cara a la afición o con los compañeros, es algo personal, como una pequeña revancha porque sé que puedo dar mucho más de mí y espero que este sea el año.
Es uno de los integrantes del trío de bases que debe dirigir el equipo sobre la pista. ¿Con qué se quedaría de Marcelinho y Luca y qué les daría de su juego?
-Bueno, sinceramente creo que somos jugadores totalmente diferentes. Tenemos a una perla como Vildoza que el año pasado sorprendió a todos, un talento puro. Marce es la veteranía absoluta, un cerebro dentro de la cancha y creo que nos complementamos a la perfección. Está claro que habrá días que uno juegue más que otros pero lo que tenemos claro y lo más importante es que todos queremos sumar y ayudar al equipo a ganar, que al final del día es lo que importa.