vitoria - No solo varios jugadores de la plantilla baskonista se han revalorizado tras una temporada brillante en el Buesa Arena, sino también los miembros del prestigioso cuerpo técnico que ha liderado Pedro Martínez. A la espera de que el preparador catalán sea ratificado en próximas fechas como el encargado de pilotar la nave azulgrana en la temporada 2018-19, el staff sufrirá una baja significativa con el adiós de Sergio Valdeolmillos. El granadino, uno de los colaboradores más estrechos de Martínez junto a Curro Segura y David Gil, ha recibido una oferta del Gipuzkoa Basket lo suficientemente atractiva como para tomar la determinación de volar en solitario a partir de ahora.
El granadino, de 51 años, siempre ha tenido alma de primer entrenador, si bien circunstancias puntuales motivaron que el pasado verano se quedase sin equipo y recalara en Vitoria como la mano derecha de Pablo Prigioni, que recibió muchas negativas a la hora de configurar un cuerpo técnico curtido al más alto nivel que pudiese paliar su inexperiencia. Valdeolmillos aceptó ejercer como segundo plato a la sombra del argentino, cuya dimisión en octubre del año pasado abrió la puerta a que su principal ayudante debiera estar al frente del Baskonia en el compromiso correspondiente a la cuarta jornada de la Euroliga ante el Brose Baskets en Bamberg, saldado con una ajustada derrota (78-72). Un día más tarde y en vísperas del encuentro liguero ante el Zaragoza, Valdeolmillos regresaría a un segundo plano tras oficializarse la llegada de Pedro Martínez.
El GBC será la tercera experiencia como primer técnico en la ACB para el granadino, que con anterioridad completó un largo ciclo en el club de su ciudad (2004-08) y también estuvo algunos meses al frente del Estudiantes en 2016 sin llegar a salvarle de la quema del descenso. Antes de recalar en Vitoria, desarrolló una buena labor como seleccionador mexicano logrando, entre otros éxitos, la medalla de bronce en el pasado Torneo de las Américas.
En tierras donostiarras, Valdeolmillos tendrá la difícil misión de igualar o mejorar los grandes resultados obtenidos el pasado ejercicio por Porfi Fisac. De la mano del segoviano, que acaba de fichar por el Tecnyconta Zaragoza, el Gipuzkoa Basket se asentó rápidamente en la zona media de la clasificación y no padecería ningún apuro para sellar el objetivo de la salvación. Y todo ello pese a manejar uno de los presupuestos más reducidos de la Liga Endesa.