apoyo - El trago no era ni mucho menos fácil pero así y todo, y a pesar de hacerse de rogar, la plantilla finalmente cedió y regresó a la cancha para saludar a una afición que ayer no tenía intención alguna de abandonar el Buesa sin rendir un último homenaje a sus gladiadores por la forma en que ayer cayeron ante el actual campeón de Europa. Así que durante varios minutos, jugadores y baskonistas se fundieron en numerosos abrazos que, al menos, ayudaron a sobrellevar mejor el trago. - DNA
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