Vitoria - Cuando un equipo es capaz de hacer las cosas muy bien de manera continuada, es únicamente cuestión de tiempo que comience a recoger los merecidos frutos de su excelente trabajo. Y esa es precisamente la situación en la que se encuentra en estos momentos el Baskonia. El conjunto de Pedro Martínez acaba de cerrar un mes de marzo perfecto en el que ha saldado sus once compromisos -entre la competición doméstica y la continental- con idéntico números de victorias. Lo ha hecho, además, mostrando un excelente nivel de juego en la gran mayoría de estas citas. Una trayectoria ascendente que ya comenzó a vislumbrarse a partir de la decepción que supuso la Copa del Rey y que ahora está comenzando a ofrecer jugosas recompensas.
Porque mientras el plantel azulgrana es capaz de mantener una regularidad propia del mejor reloj suizo y acaba como un incontestable martillo pilón con cualquier adversario que se le cruza en el camino, sus rivales no pueden evitar que se cuele algún borrón en sus respectivos expedientes. La consecuencia, evidentemente, es la cada vez más sólida presencia del Baskonia en las dos competiciones en las que participa.
De esta manera, si el pasado jueves certificó su billete para los play off de la Euroliga y todavía aspira a meterse como sexto clasificado en función de lo que suceda en la última jornada de la fase regular que se disputa esta semana, ayer dio un nuevo paso adelante en la ACB. Porque tras su sufrida victoria del sábado en el derbi ante el GBC, recibió la inesperada ayuda de sus rivales directos. Así, gracias a la derrota del Barcelona en casa ante el Estudiantes, disfruta ya de la segunda plaza de la clasificación en solitario.
Pero es que, además, el tercero -el Valencia Basket-, también tropezó como local ante el UCAM Murcia, lo que da un mayor margen de seguridad a los vitorianos. Por si fuera poco, las derrotas de Fuenlabrada y Herbalife completaron el pastel.