El Barcelona ha regresado al pasado para arreglar su presente y preparar un futuro algo más prometedor. Svetislav Pesic vuelve al club con el traje de apagafuegos para tratar de sofocar el incendio que azota a la sección de baloncesto del club blaugrana desde hace un par de temporadas. El veterano técnico de Novi Sad tiene el respeto del aficionado culé ya que fue el que condujo al Barça a su primera Euroliga en 2003. Pese a que llevaba casi dos años fuera de los banquillos y se pensaba que, con 68 años ya cumplidos, su futuro estaba en los despachos, su prestigio sigue intacto y debutará mañana ante el Bilbao Basket para empezar a abordar una tarea que no es sencilla.

El Barcelona ha gastado dos entrenadores en un año y medio (Georgios Bartzokas y Sito Alonso) para tratar de dar continuidad a la larga y exitosa etapa de Xavi Pascual. Pero nada ha dado resultado y los blaugranas son casi últimos de dieciséis equipos en la Euroliga y tienen muy lejos el liderato de la Liga Endesa. Lo peor es la sensación de descontrol que transmite este Barça de principios de 2018 en el que la química ha desaparecido del vestuario. El único nexo de unión con el conjunto al que hizo campeón Pesic es Juan Carlos Navarro, pero en aquel equipo mandaba el entrenador y cuando le insinuaron que mandara menos, se marchó. Ahora está de nuevo en el Palau Blaugrana por mandato de su amigo Josep Maria Bartomeu, que era el directivo responsable de la sección cuando llegó el serbio.

El presidente ha tomado la decisión de meter en un vestuario revuelto a alguien con fama de duro e intransigente, pero también de ganador. Svetislav Pesic no se anduvo ayer con rodeos en su primera rueda de prensa: “Si las cosas fueran bien, yo no estaría aquí. No he venido para tener contentos a los jugadores, estoy aquí para ganar. Y si ganamos, todos contentos. Es mi misión”. A estas alturas de su carrera, el serbio pasaba el tiempo esquiando en Austria cuando le llamó el Barcelona. No dudo en aceptar la oferta, aunque sea solo hasta final de temporada, porque “estoy preparado para darlo todo y ayudar a mi club”. Y lo mismo pedirá a sus jugadores, de quienes espera una inmediata reacción pese a la acumulación de derrotas ya que el primer reto llega pronto: la Copa.

“En este tiempo moderno siempre se habla sobre la confianza. El entrenador tiene que dar confianza. ¿Pero qué es la confianza? Nadie ha nacido con confianza, la confianza se entrena”, aseguró ayer. También dijo que tendrá que “definir bien los roles” en una plantilla mucho más larga que las que está habituado a dirigir y dejó una de esas frases que debe poner sobre aviso a un vestuario con muchos egos que no siempre ponen por delante el bien común: “Tenemos que mejorar inmediatamente la defensa y los rebotes ofensivos. Veremos si está preparado para ir a buscar el rebote ofensivo un jugador con tres coches en el garaje. Vamos a ver quién no tiene coche”.

El regreso de Svetislav Pesic sirve también para rescatar para los banquillos de la ACB a Ricard Casas, cuya última experiencia fue hace cuatro temporadas en aquel precario Valladolid que acabó descendiendo y desapareciendo. “Es un gran amigo y un gran entrenador que conoce mi filosofía”, apuntó Pesic sobre el técnico de Manresa, que será su ayudante en estos meses. “Aún tenemos la posibilidad de mejorar y de ganar algo”, aseguró el serbio, que será el tercer entrenador del Barcelona en una semana.

Alfred Julbe, un histórico de la Liga, dirigió al primer equipo el jueves en Tel Aviv, aunque ya está de nuevo con el filial y el junior, en los que la pasada temporada coincidió con Jaka Lakovic, ahora ayudante en el Bilbao Basket. El partido de mañana habría sido especial para Álex Mumbrú de haber seguido Julbe en el banquillo blaugrana ya que el capitán de los hombres de negro se habría despedido del Palau Blaugrana ante el entrenador que les hizo debutar a él y a Raúl López en la ACB.

Pero la sustitución de Sito Alonso ya se ha completado y el Barça resulta toda una incógnita, incluso para Veljko Mrsic. “No se puede preparar este partido como siempre ya que no sabemos qué van a hacer ellos ni qué jugadores van a estar. Sabemos que vamos a tener que estar más pendientes de aspectos individuales”, reconoció ayer el técnico del Bilbao Basket, para quien ganar a Svetislav Pesic, uno de los grandes entrenadores serbios de la historia, es una asignatura pendiente. “Nunca he jugado contra él y no sé si voy a tener muchas oportunidades. He ganado a Dusan Ivkovic y Zeljko Obradovic, pero no a Pesic, a quien tengo un gran respeto”, comentó el croata.

El Bilbao Basket, sin embargo, sí ha derrotado a equipos de Svetislav Pesic. De hecho, el balance ante él es de cuatro triunfos y tres derrotas. El serbio estaba en el banquillo del Valencia Basket en aquella eliminatoria de cuartos de final en la que los bilbaínos iniciaron su camino hacia el subcampeonato de Liga. Hace dos años, Pesic dirigía al Bayern Munich cuando el Bilbao Basket le derrotó en la Eurocup en cancha alemana. El entrenador de los hombres de negro era Sito Alonso. Ya se sabe que la vida y el deporte dan muchas vueltas.