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vitoria - Bastó un cuarto superlativo, concretamente el segundo, para reducir el intento de rebelión a cargo del Estudiantes e inaugurar la cosecha a nivel liguero en una velada a pedir de boca por la contundencia del marcador y el retorno de dos de los lesionados. El Baskonia hizo buenos los pronósticos previos al salto inicial y firmó una incontestable victoria, pero casi más importante que el resultado fue comprobar la vuelta de un Shengelia a pleno rendimiento tras su esguince de tobillo y también de Beaubois, al que se vio por primera vez desde el arranque de la temporada con la lógica falta de ritmo. Dos nuevos soldados se suman al rescate de un cuadro alavés con una posibilidades infinitas, intermitente ayer en su rendimiento y al que le bastó un pletórico segundo cuarto para imponer la lógica.

Por momentos jugando al tran tran y apretando lo justo cuando la ocasión la requería, los de Prigioni apenas dejaron margen para la sorpresa frente a un clásico de la ACB impotente a la hora de recuperar el esplendor de sus años más dorados. Despojada la espesura inicial, el conjunto vitoriano trituró a un forastero incapaz de aguantar sus embestidas y que sacó pronto el pañuelo blanco de la rendición. Un partido de trazos inquietantes en el primer cuarto quedó resuelto más tarde en un abrir y cerrar de ojos para tranquilidad de Prigioni, que vivió un estreno soñado en el Buesa Arena. Una fase de tanteo precedió la borrachera de juego azulgrana para alimentar la confianza en vísperas de una difícil salida a Las Palmas y el arranque de Euroliga. El Estudiantes apenas se sostuvo en pie durante diez minutos, el tiempo que tardó el Baskonia en despojarse las legañas y cumplir el pronóstico. Más reconocible y con una enfermería que se va despoblando poco a poco con regresos muy esperados, la tropa alavesa puso de manifiesto la sideral diferencia existente entre los equipos de Euroliga y el resto en esta ACB de clases muy diferenciadas.

La velada amaneció de manera inmejorable al comprobar la silueta de Beaubois y Shengelia no solo vestidos de corto sino también dentro del cinco inicial de Prigioni. Huérfanos de ritmo y recién salidos de lesión, habrá que armarse eso sí de paciencia para asistir a su mejor versión. Tras un dubitativo arranque, el técnico argentino halló soluciones de peso en su segunda línea. El ingreso de Huertas dio más sentido al juego de ataque, Janning acreditó su pólvora con estéticas suspensiones mientras que Poirier, un pívot de los de antaño que no rehuye la refriega en la pintura, se hizo gigantesco para la liviana zona colegial.

El partido quedó reventado en un pletórico segundo cuarto, donde el Baskonia pasó de verse dominado en el marcador (20-21) a rubricar un despegue atronador merced a un parcial de 22-3. Fueron minutos irresistibles en cuanto a dureza atrás -los cambios automáticos no fueron leídos por un Estudiantes que no supo llevar el balón al hombre adecuado-, una intimidación salvaje concretada en un carrusel de tapones y un voraz desenfreno anotador, que también llevó al filo del descanso la firma de Granger, sin piedad ante el club que le catapultó a la fama.

Pese a levantar el pie a nivel defensivo y perder eficacia tras el intermedio, el Baskonia mantuvo en todo momento un cómodo colchón. Landesberg, un clásico curtido en mil batallas en la Euroliga, despertó del letargo para insuflar algo de ilusión al conjunto de Maldonado, que llegó a rebajar la barrera psicológica de la decena (75-66). No fue a más el intento de insurgencia colegial frente a un anfitrión que decidió vivir de las rentas y encontró en Ilimane Diop a su particular bombero para sofocar el peligro de las llamas. El senegalés, cada vez más maduro en la toma de decisiones y bien alimentado por Granger en el epílogo, rubricó un epílogo sobresaliente que refrenda su jerarquía. Con los lógicos altibajos de estas alturas, el Baskonia sigue dejando síntomas de una pegada demoledora.

Primer triunfo de su carrera. Beaubois y Shengelia comparecieron por sorpresa en su primer quinteto, aunque el equipo comenzó a carburar con el ingreso de jugadores de la segunda unidad. Rotaciones con sentido y minutos para todos en una noche donde el Baskonia confirmó el potencial de su plantel. Con el paulatino retorno de los lesionados, este grupo debe ir a más y evitar los altibajos mostrados ayer.

Día a día se va asentando como una pieza indispensable del Baskonia. Decisivo para mantener a raya al Estudiantes al final y cada vez más maduro para sumar en todas las facetas.