vitoria - Rodrigue Beaubois ya ve la luz al final del túnel. Fue el propio escolta francés del Baskonia quien arrojó ayer algo de información respecto a su estado físico tras haber permanecido durante la pretemporada al margen del grupo debido a sus problemas de rodilla, una articulación que le llevó por la calle de la amargura durante la pasada temporada y amenaza con volver a darle problemas.
A tenor de sus manifestaciones, el tratamiento al que ha sido sometido por el club está consiguiendo dar sus frutos, de ahí que su ansiado retorno a las canchas pueda producirse en breve si no sufre una recaída. “Me siento genial. Ahora ya soy capaz de saltar y correr. Noto más fuertes las piernas y la rodilla. Espero estar más fuerte para ser capaz de competir y jugar. Aún no sé con exactitud la fecha en la que volveré, pero será pronto”, adelantó con seguridad Beaubois, uno de los cuatro jugadores azulgranas que permanecen en la enfermería junto a Jordan McRae, Patricio Garino y Tornike Shengelia.
Prácticamente una tercera parte de la plantilla construida en el mercado estival por el Baskonia se encuentra fuera de combate, con el consiguiente desasosiego para todos los estamentos del club. De cara al doble compromiso liguero ante el Estudiantes y el Gran Canaria, parece que no habrá novedades positivas y que Prigioni no recuperará a ninguno de ellos. Sin embargo, el técnico argentino confía en algún alta para afrontar el arranque de la Euroliga, previsto para el 12 de octubre en la siempre exigente cancha del Olympiacos.
Beaubois y Shengelia, que sufrió un grave esguince de tobillo en el Trofeo Araba ante el Hapoel israelí, son los primeros que deberían recibir el visto bueno de los galenos a la hora de reaparecer. En el caso de Garino, su lesión muscular obliga a tomar las máximas precauciones, mientras que el de McRae es el percance más grave acaecido en la pretemporada y será imposible que se vista de corto hasta bien entrado el mes de noviembre.
La cautela y la paciencia son las mejores consejeras en este arranque de curso donde todavía no se ponen en juego cosas importantes. En el caso de Beaubois, juega en su contra el hecho de que no ha realizado pretemporada y debe adquirir el ritmo de competición. Se trata de un proceso lento que se inició hace dos semanas y todavía no ha vivido sus últimos capítulos. El alta del francés implicará automáticamente el adiós del veterano Carlos Delfino, al que la entidad del Buesa Arena ofreció la semana pasada un contrato temporal para paliar las sensibles bajas existentes en la cuerda exterior.
Precisamente Beaubois es uno de los cuatro jugadores que se mantienen en el Baskonia tras la revolución acometida por Josean Querejeta de cara a este ejercicio. Pese a que su rendimiento en los momentos calientes resultó decepcionante y estuvo muy lejos de las expectativas, el club ha decidido dar un voto de confianza a un exterior de indudable talento y capacidad de desequilibrio en el uno contra uno pero también intermitente, titubeante en labores de contención y falta de acierto cuando la ocasión lo requería.
Respecto a las posibilidades del equipo vitoriano en todos los frentes, Beaubois también se mostró optimista. “Creo que podemos hacer algo grande esta temporada. Tenemos mucho talento. Vamos a ser un equipo que corra en los partidos y que pase mucho el balón. Podemos seguir mejorando y estamos caminando para llegar a ser mejores”, confesó el dos de Guadalupe.