vitoria - Salvo el Real Madrid, huérfano de la magia de Sergi Llull hasta el año 2018 tras la grave lesión de rodilla sufrida durante la preparación del pasado Europeo y cuyas caras nuevas han constituido hasta la fecha Causeur, Kuzmic y Yusta -Campazzo ha vuelto de su cesión al Murcia mientras se especula ya con el posible interés por el exterior esloveno Klemen Prepelic-, los restantes rivales de la zona noble también han experimentado un sensible lavado de cara.

El Valencia Basket, vigente campeón, ha arrancado con fuerza la defensa de su título al ratificar en la Supercopa celebrada en Las Palmas la fortaleza de una plantilla en manos ahora de Txus Vidorreta, un garante de la estabilidad que ha tomado el relevo de Pedro Martínez y que se halla ante la gran oportunidad de su carrera en un banquillo de altos vuelos. Los taronjas han fichado en el mercado mucho y bien (Pleiss, Williams, Green, Abalde, Van Rossom...) con el fin de seguir en la cresta de la ola. Ahora mismo se diría que, como mínimo, se encuentra al mismo nivel que otros favoritos, aunque está por ver cómo le afectará el desgaste de la Euroliga y si llegará tan fresco al final de la temporada.

El Barcelona ha tirado de talonario para revertir su mala inercia de los últimos años, pero existen dudas sobre si ha corregido del todo algunas deficiencias, sobre todo la falta de un killer determinante. Con varios exbaskonistas como Heurtel, Hanga y Seraphin entre sus filas, al margen del técnico Sito Alonso, su cotización ha subido muchos enteros con respecto a un pasado ejercicio en el que no dio una a derechas. Su gran rival, el Real Madrid, no ha registrado tantas novedades, si bien el impacto negativo de la sensible ausencia de Llull ya se ha dejado sentir en la Supercopa. En el que puede ser su último año en la ACB antes de dar el salto a la NBA como futuro número uno del draft, Luka Doncic estará obligado a tirar del carro y ejercer como apagafuegos a la órdenes de Pablo Laso.

Tampoco habrá que perder de vista las evoluciones de un Unicaja en el que Ray McCallum Jr puede erigirse en una de las sensaciones de la actual edición liguera. El base estadounidense será un complemento perfecto para la estrella más rutilante de los malagueños (Nedovic), que también conservan buena parte del núcleo duro que ha posibilitado su retorno a la Euroliga.

Varios peldaños por debajo de este quinteto se situarán los dos equipos insulares (Gran Canaria e Iberostar) y el Andorra de Jaka Blazic. Tras proclamarse hace semanas campeón de Europa con Eslovenia, el escolta paseará su garra en el Principado en un conjunto que aspira a recortar la diferencias con los primeros.