Vitoria - Todavía no ha recuperado el corazón de los aficionados baskonistas su ritmo habitual de latidos después de la angustia vivida en el epílogo del tercer y definitivo encuentro de la serie de cuartos de final ante el Herbalife Gran Canaria cuando el inmisericorde calendario ya plantea otro reto de envergadura. Sin la más mínima tregua ni tiempo para reponerse del esfuerzo y las intensas emociones vividas, el Baskonia arranca esta tarde su duelo de semifinales al mejor de cinco cuelos con el Valencia Basket..

Y lo hace además sin el más mínimo margen para despistes porque en apenas cuarenta y ocho horas afrontará los dos primeros choques del cruce. Unas citas que, indudablemente, marcarán la tendencia del emparejamiento y que pueden resultar vitales teniendo en cuenta que tendrán el Buesa Arena como escenario. El combinado azulgrana se ganó este derecho a disfrutar de la ventaja de campo gracias a una última jornada de Liga regular redonda -precisamente a costa de su adversario en esta semifinal- y ahora está obligado a hacer todo lo posible para sacarle provecho.

Porque desde luego pensar en algún tropiezo ejerciendo de local dibujaría un escenario mucho más complicado para una escuadra que se encuentra ante una gran oportunidad para regresar a una gran final liguera, en la que no se encuentra desde hace nada menos que siete años. Pero para eso deberá superar el siempre complicado escollo que supone el Valencia Basket y se antoja fundamental para conseguirlo mantener la fortaleza al calor del Buesa Arena. Lo contrario, dificultaría enormemente la empresa.

Aunque el combinado vitoriano cuenta con más experiencia en estas situaciones -es la decimoséptima vez que alcanza estas alturas de la competición por la sexta de su oponente-, lo cierto es que la igualdad ha sido la nota predominante entre ambos a lo largo de este curso. Ambos se hicieron con el encuentro en el que ejercieron como local durante la Liga y además por la misma diferencia (ocho puntos). Por si eso fuera poco, su balance a la conclusión de la temporada regular ha sido idéntico, con 23 victorias y 9 derrotas.

Así pues, se presenta una eliminatoria tremendamente equilibrada a priori y en la que los pequeños detalles serán probablemente los que terminen decantándola. En este sentido, el Baskonia necesita recuperar la mejor versión de hombres -como Beaubois o Shengelia- que en los últimos compromisos han estado muy por debajo del nivel que pueden ofrecer y tratar de que su última incorporación comience a producir algo positivo. En la serie de cuartos Ricky Ledo ha tenido una presencia testimonial y todo lo que sea mejorar eso será una excelente noticia para el grupo.