vitoria - Seguro que ni en sus mejores sueños imaginaba Johannes Voigtmann un protagonismo tan importante en su primera campaña al más alto nivel como baloncestista profesional. El espigado pívot alemán debía ocupar el segundo escalafón en la extensa nómina de interiores azulgranas de cara a esta temporada, pero el fiasco absoluto que está representando Andrea Bargnani ha hecho de él prácticamente el cinco titular de Sito Alonso en dura competencia con ese horno incandescente llamado Ilimane Diop. Entre ambos hambrientos jóvenes están minimizando de forma encomiable la fracasada apuesta por el italiano, fuera del equipo en la actualidad y al que tampoco se espera ante sus reiterados pasos a la enfermería.
Mientras el senegalés mantiene una regularidad notable y está asentado como el gran bastión defensivo azulgrana bajo los aros pese a sus eternos problemas con las faltas, en el caso de Voigtmann su rendimiento describe una marcada línea descendente. Dista ya bastante de aquel poste que brindó un rendimiento excelente en la primera parte de la campaña cuando sus virtudes eran un auténtico misterio para los rivales. El bajón no lo es tanto en cuanto a números, notables en ACB y Euroliga, sino más bien en sensaciones. La reciente escabechina provocada en la recta final del tercer cuarto por el pívot estudiantil Víctor Arteaga le dejó el domingo como el principal damnificado en el WiZink Center. Sito se percató a tiempo de su tibieza y rescató a Ilimane del banco con el fin de no ver discutido el triunfo en Madrid.
grandes condiciones La aseada estadística de Voigtmann esconde a menudo lagunas en facetas del juego donde está obligado a dar un paso al frente si pretende dar un salto cualitativo y marcar diferencias bajo los tableros en un futuro no muy lejano. La más sangrante reside en su defectuosa defensa del dos por dos cuando abandona su espacio natural. Si su par le supera en agilidad y rapidez de movimientos, al teutón lógicamente le cuesta volver hacia atrás y desplazarse lateralmente. Cuando ha debido ejercer como cuatro por la baja de Shengelia, esta carencia se ha agudizado.
Voigtmann representó en su día el clásico fichaje de Josean Querejeta, que se anticipó a otros clubes tras percatarse de la enorme progresión de un interior que se colocó en el escaparate gracias a sus notables actuaciones en la BBL de su país y la conquista de la FIBA Cup ataviado con la elástica del Fraport Skyliners, su desconocido club de procedencia. Muchos factores empujaron al inquilino del Buesa Arena a rubricarle un vínculo de larga duración (tres temporadas). Entre ellos, su juventud, su indudable margen para el crecimiento, su imponente complexión física -211 centímetros- o su etiqueta de internacional absoluto con Alemania, una competición cada vez más pujante dentro del concierto europeo.
La rápida adaptación y perfecto encaje de Voigtmann, que incluso ya ha empezado a hablar castellano a los pocos meses de instalarse en la capital alavesa, sorprendieron a propios y extraños. En muy poco tiempo, dejó entrever el acierto de su contratación. Su buena muñeca, la facilidad para desempeñar el rol de trailer al contragolpe o su gran visión de juego desde el poste bajo, faceta en la que otros pívots del Baskonia no son precisamente unos virtuosos, entusiasmaron a todos. Incluso también posteaba a sus pares con el fin de extraer ventaja de su enorme envergadura, una virtud en extinción hoy en día en el baloncesto moderno entre los hombres altos.
Coincidiendo con la llegada del tramo determinante de la temporada, Sito Alonso confía en recobrar su mejor versión. Dado que nadie alberga esperanzas en la resurrección de Bargnani, serán los dos jóvenes con un gran recorrido por delante quienes deban sacar las castañas del fuego. En realidad, nada nuevo viendo que el crédito del transalpino es nulo por culpa de su físico de cristal.
Liga ACB. El espigado poste alemán ha disputado los 24 partidos a nivel doméstico con promedios de 10,4 puntos, 5,6 rebotes y 1,7 asistencias en los 22 minutos que le concede Sito Alonso.
Euroliga. En los 28 encuentros -tampoco se ha perdido aquí ninguno por lesión-, consigue de media 10,1 puntos, 7,4 rechaces -el segundo con mejor bagaje de la competición tras Nicolo Melli (Brose Baskets)- y 1,8 asistencias en 24 minutos.