vitoria - Hace unos días fue Tornike Shengelia quien expuso abiertamente su deseo de recalar en la NBA a partir de la próxima temporada y ayer fue otro integrante azulgrana el que ofreció el mismo discurso. Adam Hanga, que desde hace meses cuenta encima de la mesa con una propuesta de renovación de Josean Querejeta, también dejó claro por primera vez que tiene entre ceja y ceja cruzar el charco una vez concluya en junio su contrato con el Baskonia, expuesto un verano más a perder a la columna vertebral de su actual plantilla y que, según todos los indicios, deberá acometer la enésima reconstrucción en los despachos ante la revalorización de muchas piezas en manos de Sito Alonso.

“Mi primer objetivo para la campaña que viene es la NBA. Mis derechos están en manos de San Antonio. Tengo casi 28 años y es el mejor momento para ir allí. Vamos a ver lo que pasa en el verano, quedan dos meses de competición y trataré de jugar lo mejor posible para ganar títulos con el Baskonia”, explicó sin tapujos el exterior húngaro, que cumple su cuarta temporada en Vitoria, si bien la segunda de ellas permaneció en calidad de cedido en las filas del Avellino italiano.

Tras unos inicios problemáticos en los que sufrió toda clase de problemas físicos, sus rodillas le llevaban constantemente por la calle de la amargura e incluso estuvo a punto de ver rescindido su vínculo con un rendimiento muy por debajo del esperado, Hanga acumula cerca de dos años a un nivel colosal. Con una explosividad física y un atleticismo salvajes, su baloncesto de elevadas revoluciones casa a la perfección con lo que se destila en la NBA. Si hay un jugador cuya electricidad encaja como anillo al dedo con la liga estadounidense, ese no es otro que el volcánico tres azulgrana.

De lanzarse definitivamente a por su fichaje los europeizados Spurs, cuyos rectores siempre pescan de lo mejorcito a este lado del Atlántico, o cualquier otra franquicia americana mediante el traspaso de sus derechos, el Baskonia no será el único club a nivel continental que se quedará con la miel en los labios. El Barcelona, que negoció sin éxito su llegada el pasado verano, y el Real Madrid suspiran por sus servicios, al igual que otros grandes del adinerado baloncesto turco o ruso. Sin embargo, Hanga acaba de hacer público su interés en emprender el sueño estadounidense y seguir así la interminable estela de baloncestistas que ponen rumbo a la NBA desde el Buesa Arena.