Vitoria - El convulso matrimonio entre el Baskonia y Andrea Bargnani está abocado a terminar de la peor manera posible. Ya sea en próximas fechas -algo difícil debido al importante montante económico que implica la rescisión- o en verano, ambas partes separarán sus caminos visto que la convivencia es completamente imposible y que el club vitoriano será incapaz de extraer algo de provecho en el futuro a su gran apuesta del pasado verano para rellenar el enorme vacío dejado en la zona por Ioannis Bourousis.

El poste italiano no jugará hoy ante el CSKA, pero nadie sabe a ciencia cierta si lo volverá a hacer y, en caso afirmativo, la fecha exacta. Dado que el Baskonia descansa esta jornada en la ACB, la esperanza residía en que pudiera reaparecer la semana que viene en alguno de los dos duelos continentales programados: el martes ante el Brose Baskets en Bamberg o, apenas 48 horas más tarde, el Panathinaikos en el Buesa Arena.

Sin embargo, las afirmaciones pronunciadas ayer por Sito Alonso volvieron a ser desalentadoras al ser cuestionado por su estado físico. Hace dos semanas, a pocos minutos del enfrentamiento ante el Armani, el club anunció un episodio de lumbalgia aguda de la que, según desveló el madrileño, Il Mago ha empeorado en los últimos días en lo que constituye el enésimo percance físico desde su aterrizaje en la capital alavesa. “Andrea ha recaído de sus problemas en la espalda. La verdad es que no está teniendo fortuna. Está pasando malos momentos a nivel anímico. No creo que viniera aquí para estar casi siempre fuera del equipo. No está jugando en ningún momento al nivel que quería con muchísimas lesiones”, desgranó Sito.

Con el de esta noche, Bargnani ya se habrá perdido la friolera de 21 partidos desde que fue incorporado el pasado verano como el hombre predestinado a dar un salto de calidad al Baskonia en la pintura. Dado de baja en la ACB en favor de Blazic, su suerte parece cada vez más echada. Y es que nadie confía en que sea capaz de revertir una situación insostenible en los últimos meses de competición.

Apreciada su incapacidad para erigirse en un jugador de cierta utilidad, si algo le retiene en Vitoria es el contrato garantizado que le extendió en su día el club. Con el fin de convencerle a la hora de relanzar una carrera venida a menos, Querejeta debió ofrecerle un margen considerable de dos temporadas. Con el umbral del dolor muy bajo y una predisposición para el esfuerzo más bien nula, es obvio que ya ha agotado la paciencia de todo el mundo. El Baskonia es una locomotora que transita a toda velocidad y no puede permitirse a estas alturas el lujo de esperar a ningún rezagado.