vitoria - No son pocos quienes opinan que la esencia del baloncesto es custodiada con el celo propio de quienes guardan el mayor de los tesoros por los bases. Esos jugadores que acostumbran a ser la prolongación de sus entrenadores sobre el parqué y que, con sus decisiones, determinan en gran medida la senda por la que discurren los equipos. Los hay de la vieja escuela -cada vez menos-, que disfrutan con un papel aparentemente más secundario pero fundamental para dejar en ventaja a sus compañeros, y los desarrollados por el baloncesto moderno. Estos últimos mucho más propensos a las acciones individuales y acostumbrados a ser el centro de los focos. Bajo cualquiera de las dos versiones, no obstante, son piezas claves que influyen de manera determinante en el desarrollo de los encuentros.

Pues bien, el transcendental encuentro que enfrentará mañana en Estambul al Anadolu Efes con el Baskonia contará con dos de los máximos exponentes de esta particular especie que en estos momentos actúan en el baloncesto europero. Shane Larkin y Thomas Heurtel. O, lo que es lo mismo, los diapasones particulares de vitorianos y turcos. Dos hombres sobre los que recaerá buena parte de la responsabilidad de conducir a sus respectivos combinados hacia una victoria fundamental para sus aspiraciones. Y es que de la cruenta batalla que se dirimirá por controlar el timón del duelo dependerá en gran medida el resultado final.

Ambos son de sobra conocidos por los aficionados baskonistas. El estadounidense por deleitarlos con su juego desde que arrancó el curso y el francés por haber vivido también una intensa etapa en el Buesa Arena. A priori, presentan bastantes más similitudes que diferencias en su manera de entender el juego de la canasta, lo que hace todavía más imprevisible el desenlace de su particular enfrentamiento.

Tanto Larkin como Heuertel disfrutan al máximos cuando los partidos entran en su fase más caliente y no les tiembla la mano en absoluto a la hora de asumir la responsabilidad en las jugadas decisivas. Normalmente, además, con un elevado grado de acierto. El privilegiado físico del americano le permite, quizás, prodigarse más en las entradas a canasta mientras que el galo acumula la mayoría de sus puntos desde el lanzamiento exterior. Los dos, eso sí, tienen la capacidad, solo al alcance de unos pocos privilegiados, de encontrar con pasmosa sencillez al compañero mejor situado y dejarle en ventaja para conseguir la canasta.

Si sus condiciones les sitúan a priori en un plano de igualdad, las estadísticas que presentan esta temporada no hacen más que confirmar esta sensación. Porque lo cierto es que los números que han firmado hasta el momento en los veintidós encuentros de Euroliga disputados son prácticamente calcados. Unas cifras que, en cualquier caso, les sitúan entre los más destacados de sus respectivos equipos.

Así, son los dos máximos anotadores de Baskonia y Efes con 13,8 y 13 puntos de media respectivamente. Pero su incidencia en el juego no se limita ni muchos menos a la anotación. De esta manera, brillan especialmente a la hora de repartir asistencias entre sus compañeros, con 5,9 y 5,7 de promedio para cada uno de ellos. Como demostración evidente del equilibrio de sus prestaciones, Larkin presenta una valoración media de 14,9 (el segundo del Baskonia) por los 14 de Heuertel (tercero del Efes). El americano, eso sí, acumula una mayor carga de minutos de juego, 29,34 por 27,18.

En definitiva, dos excelentes directores de juego que, una vez más, tendrán que ejercer de piedra angular para sus equipos en un duelo de enorme importancia. El que gane la batalla del timón, llevará a su equipo casi con total seguridad hasta la victoria.

Gran Incidencia. Tanto Shane Larkin como Thomas Heurtel tienen una gran influencia en el juego de sus respectivos equipos. Desde su posición de base, inciden de manera determinante en el nivel que ofrecen Baskonia y Efes.

Igualdad. Las características de ambos jugadores son bastante similares y las estadísticas que presentan en las 22 jornadas de Euroliga que se han disputado hasta el momento confirman esta impresión. El estadounidense firma unas medias de 13,8 puntos, 5,9 asistencias y 14,9 de valoración en 29,34 minutos de juego mientras que en el caso del francés sus promedios son de 13 puntos, 5,7 asistencias, 14 de valoración y 27,18 minutos. Más equilibrio, imposible.

Carácter. Si algo han demostrado con creces hasta ahora Larkin y Heurtel es que van sobrados de personalidad. Una condición que les lleva a asumir la responsabilidad sin dudarlo en los momentos decisivos.