vitoria - La Final Four se ha convertido definitivamente en un sueño prohibido para Vitoria, que deberá conformarse con seguir albergando eventos de cierto calado pero tan solo a nivel doméstico como la Copa del Rey o la Supercopa. Dentro de la terca política implantada desde hace años por Jordi Bertomeu de conceder su organización exclusivamente a grandes urbes europeas, por todos era sabido que las opciones de que la capital alavesa fuera la elegida serían remotas durante los próximos años. A falta de la confirmación oficial, directivos y aficionados del Baskonia, al margen de las instituciones locales que también han pujado lo suyo para hacer realidad una asignatura pendiente desde la última ampliación del Buesa Arena hasta las 15.500 localidades, tendrán que seguir armándose de paciencia porque las tres próximas sedes ya están virtualmente designadas por el director ejecutivo de la Euroliga.
A Berlín ‘16 le cogerá con seguridad el testigo Estambul, que ya acogió la Final Four en 2012, es donde habita el principal sponsor de la Euroliga -la compañía aérea Turkish Airlines- y, por tanto, la garantía de unos jugosos ingresos económicos para la organización ante el creciente fervor existente en el país otomano por el basket. El Abdi Ipekçi, con capacidad para 13.000 espectadores y donde el Baskonia perdió la final de la Recopa en el 95 ante el Benetton italiano, es la favorita para albergar la próxima temporada la gran fiesta del baloncesto europeo.
Al margen de ello, también empieza a ser un secreto a voces que la edición de 2018 tendrá lugar en el Kombank Arena de Belgrado. Se trata de un lugar inédito entre las preferencias de Bertomeu para desarrollar un evento de estas características pese a la incuestionable tradición baloncestística que impera en la capital serbia, donde el Estrella Roja y el Partizan rivalizan por la hegemonía. Por último, Moscú tiene casi todos los boletos para ser la elegida en 2019. En principio, la Final Four se disputaría ese año en el Megasport Arena, la cancha a la que se ha trasladado el CSKA para disputar sus partidos continentales.
Sin ser una sorpresa, este hecho constituye un jarro de agua fría para un Baskonia que siempre ha mostrado su mejor predisposición a organizar el evento. Vitoria, carente de importantes infraestructuras hoteleras, un aeropuerto en el que puedan aterrizar vuelos regulares y huérfana también del glamour de ciudades más cosmopolitas que cuentan con millones de habitantes, sigue sin entrar en los planes de Bertomeu. Y todo hace indicar que es una pésima noticia que tristemente se prolongará en el tiempo. - O. San Martín