vitoria - El Khimki ha decidido dar un volantazo y cortar por lo sano tras sus recientes pésimos resultados en la liga báltica y la Euroliga, donde ha perdido cuatro de los últimos cinco encuentros pero todavía conserva intactas sus esperanzas de acceder al Top 8. La errática trayectoria de uno de los adversarios del Baskonia en el grupo F ha motivado el adiós de Rimas Kurtinaitis y la apuesta en su lugar por un viejo conocido del Buesa Arena que aguardaba agazapado la oportunidad de poder sentarse en un banquillo de primer nivel.

El elegido para alterar la abúlica cara de un plantel repleto de estrellas pero falto de sacrificio y química no ha sido otro que Dusko Ivanovic. El anuncio oficial de su fichaje, llevado por los dirigentes del Khimki en el más absoluto de los sigilos, revolucionó a primera hora de la tarde de ayer las redes sociales. El de Bijelo Polje, de 58 años, se ha comprometido con el conjunto de la periferia de Moscú para lo que resta de esta temporada y la siguiente. A partir de ahora, será el encargado de pilotar una nave que iba a la deriva como quedó patente recientemente en la cancha alavesa.

Después de un tiempo alejado de los ruedos en los que ha debido conformarse con dirigir a la selección de Bosnia-Herzegovina tras ser despedido a primeros de mayo del año pasado del Panathinaikos, quien fuera el preparador más laureado de la historia del Baskonia se hace así con las riendas de uno de los clubes más ricos de Europa. Un proyecto ambicioso y, en teoría, hecho a su medida que nada en la abundancia y cuenta, entre otros, con el baloncestista mejor pagado del Viejo Continente como Shved. Durante este tiempo de abstinencia, se le ha relacionado con el Limoges y el Estudiantes.

la duda de todorovic Si algo necesitaba el Khimki para remontar el vuelo era un sargento de hierro con el fin de implantar unos métodos estrictos a un grupo demasiado acomodado que se encontraba lejos de las expectativas iniciales. De ahí que sus rectores hayan pensado en Ivanovic como la solución ideal a los males y la falta de hambre que se ha detectado desde hace tiempo. Una de las dudas estriba en saber si el montenegrino devolverá la confianza a su compatriota Todorovic, relegado por Kurtinaitis de las convocatorias durante las últimas semanas y al que conoce sobradamente de su etapa en la ACB.

Ivanovic no dispondrá de excesivo tiempo para inculcar sus ideas, ya que su debut tendrá lugar mañana en la difícil cancha del Bamberg. Tras esta semana, a los rusos -en la actualidad fuera de los puestos que conducen al Top 8 pese a estar igualados a cinco victorias con el Barcelona- les quedará visitar al Zalgiris, recibir en casa al Olympiacos y afrontar el desplazamiento final ante el Real Madrid.