CSKA Jackson (8), De Colo (19), Kurbanov (18), Khryapa (10), Joel Freeland (1) -cinco inicial-, Teodosic (26), Fridzon (2), Vorontsevich (7), Hines (11) y Higgins (6).
KHIMKI Shved (16), Koponen (15), Honeycutt (8), Monia (8), Augustine (11) -cinco inicial-, Dragic (12), Rice (16), Boone (6) y Davis (6).
Parciales 28-23, 25-23, 24-20, 31-32.
Árbitros Pérez Pérez, Lottermoser y Javor.
Pabellón Megasport Arena.
moscú - Además del Baskonia-Zalgiris, otros dos partidos se jugaron ayer correspondientes a la octava jornada del grupo F. El duelo ruso en el Megasport Arena terminó con comodidad en las manos de un CSKA desbocado que se tomó la revancha de la ida ante el Khimki cuando se vio sorprendido por una milagrosa canasta de Shved sobre la bocina. En esta ocasión, el conjunto de Itoudis puso de manifiesto que es el claro candidato a sellar la primera plaza del lote tras una salvaje exhibición ofensiva comandada un día más por Milos Teodosic (26 puntos y 3 asistencias) y Nando De Colo (19 puntos y 8 pases de canasta). Salvo en un tramo puntual del segundo cuarto, el Khimki siempre navegó a contracorriente, fue cosido a triples -un total de 16- y se vio desbordado por el vendaval local.
Por otro lado, el Real Madrid dio un importante paso hacia los cuartos de final tras imponerse en su visita al Brose alemán, liderado por un eficaz Sergio Llull, máximo anotador del partido con 21 puntos.
Pero ni el acierto de Llull, que tan sólo falló dos de los ocho triples que intentó, evitó el sufrimiento al conjunto blanco, que sólo pudo respirar tras el soberbio tapón de Ayón sobre Wanamaker, que sentenció a nueve segundos del final la victoria blanca. El Madrid sufrió, y de lo lindo, para salir victorioso de su visita a la pista del Brose, un fortín que hasta ayer solo había sido capaz de asaltar el todopoderoso CSKA. - Efe