san sebastián - A fuerza de repetirse desde que arrancó el curso ha dejado casi de resultar noticioso en la presente temporada pero lo cierto es que el duelo de ayer ante el Gipuzkoa Basket volvió a poner de manifiesto que en este Baskonia existen unas jerarquías ganadas a pulso. Durante muchos minutos el conjunto local consiguió llevar el encuentro a su terreno y enmarañó el juego de tal manera que el Laboral Kutxa pareció ser incapaz de encontrar su camino. Como consecuencia dejó escapar la esperanzadora renta que había amasado en el cuarto inicial y, en varias fases, fue a remolque. Tanto en el marcador como en la iniciativa donde el parqué. Pero fue entonces, en los instantes de mayor oscuridad, cuando, una vez más, encontró dos potentes faros que permitieron iluminar la senda por la que debía transitar hasta la victoria final.

Unas luces que responden, cómo no, a los nombres de Fabien Causeur y Ioannis Bourousis. El escolta francés y el pívot griego se echaron el equipo a la espalda cuando sus compañeros estaban atrapados en el laberinto planteado por el Gipuzkoa Basket y, fundamentalmente a golpe de triple, fueron derribando la resistencia donostiarra. Con ello, el choque se reubicó en un escenario bastante más previsible y en los minutos finales -no sin algún susto más todavía que debió haberse evitado- a la escuadra vitoriana le bastó con mantener la velocidad de crucero establecida por sus líderes para hacerse con el triunfo. Gran parte del cual hay que buscarlo en el excepcional acierto mostrado por Causeur desde la línea de 6,75. El galo terrminó firmando un casi inmaculado expediente de cinco aciertos en los seis intentos que realizó pero lo cierto es que el error llegó ya en el epílogo de la contienda cuando la suerte de la misma estaba echada, por lo que bien puede decirse que su afinado punto de mira resultó clave. Una suerte en la que también le acompañó Bourousis, que anotó sendos triples en momentos importantes que propiciaron el definitivo despegue vitoriano. Además, volvió a dejar claro su enorme capacidad para aportar en prácticamente todos los aspectos del juego capturando nueve rebotes y distribuyendo el juego desde el poste bajo con sus habituales asistencias.