vitoria - Casi nueve meses después de que su rodilla derecha acabara hecha añicos en una penetración a canasta en el Mediolanum Forum de Milán, Davis Bertans hace por fin acto de presencia en Vitoria en un gesto que los aficionados esperaban como agua de mayo desde hace tiempo. La del letón, en cambio, será una visita fugaz de apenas tres días que no está relacionada ni mucho menos con su reincorporación inmediata a la rutina del Baskonia, obligado ya a despejar las incógnitas que se ciernen a su alrededor por tratarse de una pieza con contrato en vigor hasta 2017 que está ultimando su regreso a las canchas.

Bertans, convaleciente aún de la segunda rotura del cruzado de la rodilla en su corta carrera deportiva, efectuará un viaje relámpago de tres días a la capital alavesa que permitirá a los galenos azulgranas supervisar en primera persona el estado de su articulación dañada en aquella velada de infausto recuerdo ante el Armani. Hasta ahora, las únicas referencias procedían a través de gráficas y vídeos enviados por los médicos de los Spurs, los encargados de supervisar desde un primer momento su laboriosa recuperación tras la operación a la que fue sometido en Texas el pasado 24 de abril.

La nota pública de la entidad del Buesa Arena fue de lo más ambigua y en ella no se abordó ningún aspecto referente a la incierta situación contractual de Bertans, que permanecerá en Vitoria hasta el viernes antes de retornar a Estados Unidos. Bajo esta determinación, no hay duda de que subyace el interés del Baskonia por ir allanando el camino hacia lo que será una decisión crucial de cara al devenir del equipo en la presente temporada. Nada mejor que ver en directo el estado del francotirador báltico con el fin de saber a qué atenerse y en qué dirección ir con un jugador que puede ser fuente de negocio si está completamente recuperado para el baloncesto y aparece encima de la mesa una oferta tentadora del exterior. En su día, ya se especuló con la existencia de un precontrato con el Barcelona.

Como ha ido informando puntualmente este periódico, todavía es una incógnita si Bertans pasará a disposición de Perasovic debido a la buena dinámica del Laboral Kutxa y a la ausencia de una fecha concreta para su vuelta a las canchas. Al contrario de lo apuntado en un primer momento, todo hace indicar que no estará todavía en condiciones de reaparecer en enero. La sombra de la duda respecto a su reincorporación al conjunto alavés ha sido alimentada en todo momento por el propio tirador, quien por deseo expreso ha estado alejado de la rutina azulgrana y sin dar prácticamente señales de vida durante los últimos meses. Cuando pactó su llegada al Buesa Arena en el verano de 2014, los agentes de Bertans incluyeron una cláusula por la que, en caso de sufrir una nueva lesión de gravedad, efectuaría la rehabilitación a miles de kilómetros en San Antonio bajo la supervisión de los médicos de la franquicia que ostenta sus derechos en la NBA.

Según informó el Baskonia, el motivo de la llegada de Bertans a Vitoria obedece al deseo de “realizar una primera toma de contacto con sus compañeros y mantener una reunión con el entrenador, Velimir Perasovic, antes de ponerse en manos del cuerpo médico, con el doctor Alberto Fernández a la cabeza, para someterse a un chequeo médico y comprobar el estado de su recuperación”. A renglón seguido, también confirmó que “informará puntualmente de los plazos de recuperación previstos una vez el jugador pase la revisión oportuna”.

Si la entidad de Josean Querejeta se cerciora de su buen estado físico y accede a darle de alta, deberá prescindir de un jugador no cupo en el perímetro en la ACB. Dando por sentado que Corbacho es intocable o que Hanga y Blazic poseen contratos de larga duración hasta 2017 y 2018, respectivamente, el eslabón más débil de la cadena es Causeur. El escolta francés se muestra reacio a renovar un vínculo que expira en junio del año que viene. Tal y como sucedió la pasada campaña con Heurtel, podría ser un objeto de traspaso cuando se abra en breve la ventana para nuevos fichajes en la Euroliga. En ese caso, se produciría un cambio de piezas con Bertans que no afectaría en exceso al equilibrio de la plantilla.