vitoria - Un halo de misterio rodea a uno de los fichajes de mayor impacto emprendidos en el pasado mercado estival por el próximo rival del Baskonia de cara a la actual edición de la Euroliga. El Fenerbahce, un claro aspirante a la Final Four tras la enésima astronómica inversión para confeccionar un proyecto de altos vuelos, se resiste a aportar algo de luz sobre el sospechoso ostracismo que sufre Ricky Hickman. El fibroso exterior estadounidense, que rubricó dos ejercicios espectaculares en el Maccabi siendo uno de los artífices de la conquista del máximo cetro continental a las órdenes de David Blatt, constituye un expediente X dentro de la carísima plantilla puesta a disposición de Zeljko Obradovic.

Según el hermético club otomano, bastante reacio a dar información, Hickman padece una pequeña lesión sin especificar su origen ni su grado de gravedad ni tampoco la fecha exacta de vuelta del jugador a las canchas. Las malas lenguas hablan de que el preparador serbio, descontento con su rendimiento y acoplamiento al equipo, quiere abrirle la puerta de salida y no cuenta con sus servicios. Con la autoridad suficiente para exigir lo que quiera pese al fiasco de su primera campaña en Estambul, el ocho veces ganador de la Euroliga insistió a sus jefes en el fichaje de otro base para afrontar con más garantías la segunda fase del torneo. Y, como sus peticiones suelen ser atendidas la mayoría de las veces debido al prestigio ganado a pulso, el elegido fue Nikos Zisis, al que la prematura eliminación del Unics Kazan facilitó su salida con destino al segundo club más rico del baloncesto continental tras el CSKA.

Con el veterano griego en nómina, Hickman se ha visto completamente desplazado en la rotación de una cuerda exterior donde la competencia es feroz. Si algo atesora el Fenerbahce es dinamita, capacidad intimidatoria e instinto asesino con reputados pistoleros como Andrew Goudelock y Bogdan Bogdanovic. Lo cierto es que la última aparición del base-escolta nacido en Carolina del Norte -elegido en el segundo mejor quinteto de la pasada Euroliga- con la elástica del cuadro turco tuvo lugar el 2 de enero ante el CSKA en la apertura del Top 16. En la competición doméstica tampoco juega desde el 14 de diciembre cuandó sumó 6 puntos ante el Banvitspor.

La versión oficial es que Hickman se encuentra lesionado, pero las malas lenguas recalcan que está apartado del inminente rival azulgrana y con pocas opciones de volver a vestirse de corto. El problema es que posee una ficha altísima que no puede asumir casi nadie y el plazo para los fichajes en la Euroliga ya se cerró a finales del año pasado. Con dos años firmados y un montante global que asciende a tres millones de dólares, el exterior no está dispuesto a renunciar a un contrato tan generoso. Hace meses, la prensa turca especuló incluso con el posible interés del Baskonia por los servicios del americano -Marco Crespi le descubrió en su etapa en el Namika Lahti de Finlandia y se lo llevó un año más tarde al Junior Pallacanestro Casale- y la posibilidad de Josean Querejeta ofreciese un trueque con Thomas Heurtel. El timonel francés, por entonces, ya había dado su palabra al Efes.

victoria en turquía Con o sin Hickman, el Fenerbahce es un conjunto temible y con la pólvora suficiente para desarmar a cualquiera. Y ayer lo evidenció en su compromiso de la liga doméstica ante el Royal Hali Gaziantep, resuelto con una plácida victoria (59-71) que le permite encaramarse a lo más alto de la liga turca junto al propio Efes. Ambos rivales continentales del Baskonia, que presentan idéntico balance (13 victorias y 4 derrotas), se ven amenazados por el Darussafaka Dogus. El partido quedó resuelto en el primer cuarto con un parcial de 5-24. Jan Vesely (16 puntos) y Nemanja Bjelica, autor de dobles figuras (11 tantos y 10 rebotes), fueron los mejores entre los visitantes. Zisis no jugó.