Vitoria - Nadie duda de que Colton Iverson, designado MVP de la jornada, se gana su jornal en esto del baloncesto con el sudor de su frente. Pocos jugadores han pasado por el Baskonia tan honrados y profesionales como este cinco nacido en Aberdeen (Dakota del Sur) cuyo fichaje durante el mercado estival despertó numerosas dudas por su pasado en equipos modestos y su escaso virtuosismo debajo de los aros. Marco Crespi, conocedor de sus virtudes desde su etapa como ojeador en los Celtics -franquicia que ostenta los derechos del azulgrana en la NBA tras ser elegido en primera instancia en el draft por los Pacers y con la que ha jugado las dos últimas Ligas de Verano de Orlando- recomendó expresamente su fichaje al club dentro del proceso de americanización emprendido para el nuevo proyecto.

En su primera temporada en Europa, Iverson pasó bastante desapercibido en el Besiktas turco y nunca dejó destellos de ser un pívot dominante y capacitado para firmar una estadística excelsa. Sin embargo, su consabida mentalidad bregadora y su indomable espíritu de lucha casaban como anillo al dedo con la necesidad del Baskonia de encontrar baloncestistas sacrificados que le ayudaran a recobrar el carácter extraviado. Además, se trataba de una operación asequible en el plano financiero, ya que los emolumentos del rocoso norteamericano resultaban accesibles para las debilitadas arcas del Buesa Arena.

Transcurrida la mitad de la temporada, Iverson ha cumplido con creces el rol para el que fue adquirido y tiene el reconocimiento de un Buesa Arena que si algo premia en cualquier jugador que defiende los colores azulgranas es la entrega. A la postre, se ha convertido en uno de los contados aciertos de Marco Crespi, ya historia desde su destitución en noviembre. Si el Laboral Kutxa sumó ayer otro inapelable triunfo fue, en parte, gracias a la providencial irrupción de la pieza con menos talento de su plantilla que vivió su día de gloria.

Desplazado desde hace unos partidos por Ibon Navarro de la titularidad, Iverson ingresó en pista cuando el marcador reflejaba un inquietante 8-16 a favor de los gallegos. Fue entrar el rocoso interior y cambiar la cara de un anfitrión blando que estaba protagonizando un gélido inicio. Pronto comenzó a contagiar su espíritu a los compañeros e incendiar a la grada con su destajista esfuerzo en el rebote y sus contundentes mates. Tal y como sucedió ante el Nizhny, Iverson prendió la mecha de la reacción con un notable despliegue bajo los aros. Si otras veces su trabajo no ha aparecido reflejado en la estadística, en esta ocasión sucedió lo contrario.

El estadounidense vio premiado su tesón con los números más espectaculares desde el comienzo de la temporada. Sus dobles figuras (14 puntos y 15 rebotes) le permitieron conseguir su mejor valoración como baloncestista azulgrana. Fue la jornada en la que superó casi todas sus plusmarcas a nivel individual. Se quedó a un punto de igualar su tope anotador -ante el Andorra alcanzó los 15 en la tercera jornada-, pero rebasó con creces su marca personal en rebotes y valoración. En definitiva, una actuación completísima de un poste repleto de limitaciones pero que se está ganando la admiración de todo el baskonismo con esas gotas de pundonor que tanto se han echado de menos en un puñado de compañeros durante el último lustro.

Récords personales. Sus 15 rebotes y su 29 de valoración constituyeron ayer sus topes desde el arranque del curso. Con 14 puntos, se quedó a uno de igualar su marca más alta, que data de la tercera jornada en la pista del MoraBanc Andorra.

Estadística inmaculada. El de Aberdeen, de nuevo suplente, ingresó en pista con 8-16 en el marcador. Su entrada ayudó a cambiar el decorado de un partido presidido por el dominio gallego en el primer cuarto. Apenas erró un tiro de dos y un tiro libre tras una actuación pletórica.

El Baskonia ha cosechado uno de los peores bagajes de su historia reciente con un pírrico número de triunfos que, a la postre, le han alejado del objetivo de la Copa del Rey en Las Palmas. Todos los éxitos azulgranas se han producido en el Buesa Arena.