Vitoria. A grandes males, grandes remedios. O, al menos, rápidos. Así ha gestionado el Baskonia el reemplazo de las dos últimas bajas por lesión de Thomas Kelati y Fernando San Emeterio, cerrando el fichaje temporal durante un mes de todo un veterano en estas lides como Rimantas Kaukenas, que se encontraba sin equipo después de haber militado la pasada campaña en el Zalgiris. Eso sí, dicha celeridad para cerrar la contratación del escolta báltico no ha sido suficiente para que Sergio Scariolo puede contar esta noche con sus servicios, ya que el período de inscripción de nuevas fichar para la presente jornada de la Euroliga se cerró el miércoles. Aún así, al menos se gana una cara nueva para ayudar en los entrenamientos y el jugador estará disponible para estrenarse el domingo ante el Estudiantes. Quizá el lituano no responda a las características físicas de un alero al uso, pero se trata de una pieza exterior que viene a compensar, en parte, las dos importantes bajas conocidas en las últimas horas y que se extenderán por las próximas tres semanas tras conocerse ayer que San Emeterio sufre un arrancamiento del tendón extensor de cuarto dedo de su mano derecha.

Experiencia no le falta a un Kaukenas que a sus 36 años es, ante todo, un jugador con mucho recorrido a sus espaldas. Formado en Estados Unidos, su periplo europeo a lo largo de las últimas trece temporadas le ha llevado a recorrer seis competiciones europeas (Israel, Lituania, Italia, Bélgica, Alemania y España) y a ser un fijo en las últimas ediciones de la Euroliga con Montepaschi, Real Madrid o Zalgiris, amén de infinidad de presencias internacionales con la camiseta de Lituania. En resumen, que el negocio lo conoce de sobra.

Viendo el perfil, Kaukenas se adapta más a lo que se pide de un escolta que de un alero, ya que sus 192 centímetros le pueden limitar ante oponentes más altos y de mayor potencial físico. Eso sí, en el estilo que ha impuesto Sergio Scariolo, donde priman la velocidad y la defensa, sobre todo la exterior, ha de ser agresiva con las líneas de pase. Y ahí el lituano se mueve a la perfección, ya que además de intensidad puede aportar cosas diferentes en ataque por su capacidad en el uno contra uno en las penetraciones sin desdeñar el tiro exterior. Eso sí, físicamente seguramente no se encuentra en plenitud después de unos cuantos meses sin equipo desde que el pasado mes de junio abandonara el Zalgiris.

La llegada del báltico servirá para tapar, en parte, el enorme socavón propiciado por las lesiones de San Emeterio y Kelati, quien a su vez cubría temporalmente la baja de Hanga. Los dos aleros estarán tres semanas de baja -en el caso del eritreo es bastante probable que se le rescinda el contrato como ocurrió con Clark después de que también cayese lesionado-, ya que la revisión médica a la que ayer fue sometido el cántabro sirvió para descubrir que sufre un arrancamiento del tendón extensor de cuarto dedo (el índice) de su mano derecha, por lo que llevará a cabo durante los próximo días un tratamiento conservador que le mantendrá alejado de las canchas durante un período estimado de tres semanas.

Por otra parte, quien podría reincorporarse a la disciplina del grupo la próxima semana es Leo Mainoldi, que apura la fase final de la recuperación del esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha que sufrió hace cinco semanas. El tiempo inicial previsto de baja era de mes y medio y todo hace indicar que el cuatro argentino estará disponible para viajar a Vilnius y reforzar de esta manera el juego interior.