Vitoria. Tomás Bellas encendió el domingo la chispa de la polémica. El timonel del Herbalife Gran Canaria, que mantuvo una enconada batalla durante el partido con Omar Cook, se despachó a gusto tras el segundo encuentro de la serie. El timonel madrileño, uno de los destacados en el combinado que dirige Pedro Martínez, realizó unas declaraciones que ayudarán a caldear un poco más el ambiente en el encuentro de esta noche, que se preveía ya de alto voltaje.

"No le gusta que le presiones. Que, entre comillas, le falten al respeto, porque es un tío veterano que ha jugado a un grandísimo nivel. Pero lo que tiene que quedarle claro es que yo le voy a presionar hasta que se canse", manifestó Bellas en declaraciones al diario Canarias 7. El base del Herbalife, que ya en Vitoria incomodó sobremanera al neoyorquino durante el primer duelo de la eliminatoria, elevó un poco el tono al afear la conducta de Cook, al que llegó a acusar de querer hacerle daño como respuesta a la intensidad defensiva con la que trató de limitar sus prestaciones.

"Ha tenido una acción que no me ha gustado absolutamente nada", continuó Bellas. "Me tiró un codazo que casi me da y le he dicho a los árbitros que después la revisaran. Cuando pierde los papeles se la va la cabeza. Pero yo voy a seguir tocándole los cojones y es lo que hay. Yo soy Tomás Bellas y yo soy así", aseguró el director de juego madrileño en las impresiones recogidas por el rotativo insular.

Sus manifestaciones tendrán eco a buen seguro en el desarrollo de este tercer y definitivo encuentro. A pesar de que trataba en todo momento de hacer ver que rehuía la polémica, Bellas insistía en defender su espíritu intenso y en poner en entredicho la deportividad de su oponente. "No soy un jugador sucio. Soy un jugador que aprieta en toda la pista, que es lo que no le gusta que le hagan a un base. Yo lo soy, y no me gusta que me presionen. Todo lo que no me gusta que me hagan a mí se lo hago a los demás. Pero no como Cook. Yo lo hago sin levantar los codos ni intentar reventarle a nadie la cabeza. Pero no me importa donde me quiera dar. Me levantaré igual", afirmó.

Sus palabras encontraron respuesta en el vestuario baskonista. Un jugador curtido en mil batallas como Andrés Nocioni salió al paso de las declaraciones y quiso quitarles hierro. "Yo no tengo ningún problema. Cada equipo hará lo que tenga que hacer para ganar", manifestó el alero argentino. "Acá no hay excusas ni secretos. Si él quiere hacer eso, que lo haga. Si le gusta...", dejó sin terminar la frase mientras se mostraba incapaz de sofocar una pícara sonrisa.

"Nunca se ganan los partidos por hablar antes, sino por lo que se hace dentro", advirtió el Chapu, que a lo largo de su dilatada carrera ha tenido que aguantar provocaciones de un voltaje mucho mayor por parte de rivales de mucha más entidad. El Buesa Arena, en todo caso, seguramente no pasará por alto las palabras del base del conjunto insular. Nuca lo hace.