Vitoria. La tensión por la lucha europea lleva semanas formando parte de la familia baskonista. La incógnita que se cierne sobre su clasificación para los cuartos de final de la Euroliga se ha adherido progresivamente a jugadores, cuerpo técnico y aficionados, provocando un ambiente constante de estrés en un momento decisivo de la temporada. Mientras la duda no se convierta en certeza será imposible disociarla del ambiente de trabajo azulgrana, pero al menos puede hallar consuelo en el origen mismo del problema: el baloncesto. Si la Euroliga es nerviosismo, que la ACB sea gozo para un Baskonia que esta tarde recibe al Lagun Aro en un derbi con el que resarcirse de la mala imagen mostrada contra el Joventut y la derrota previa frente al Real Madrid. Aparcada la competición continental por un día, el conjunto vitoriano tiene ante sí la posibilidad de prolongar su a priori estable segundo puesto a costa de un vecino enrachado, que se presenta en el Buesa Arena con la baja de uno de sus mejores hombres, Qyntel Woods.

La ausencia del alero, convaleciente de un esguince de tobillo, no debería sin embargo templar la confianza azulgrana. Con tres victorias en los últimos tres encuentros -Manresa, Fuenlabrada y Murcia-, el plantel dirigido por Sito Alonso ha conseguido salir de los puestos de descenso a base de esfuerzo y esperanza, pero una derrota hoy en Vitoria podría empujarles de nuevo a la cola de la clasificación en función de lo que suceda en el duelo entre Fuenlabrada y Blancos de Rueda. El técnico del cuadro guipuzcoano asumía ayer que su equipo deberá poner sobre la mesa todas sus virtudes para contener a un Caja Laboral ávido de recuperar su juego en la ACB. "Tenemos que atacarles sus puntos débiles porque si no ellos tienen una defensa agresiva que nos pueda sacar de la pista, con aspectos como la intensidad de Nocioni. Por eso debemos ser nosotros lo que llevemos el ritmo del partido y ser muy inteligentes", explicó Alonso.

Salvo sorpresa de última hora Zan Tabak podrá contar con todos sus hombres disponibles, incluido un Tibor Pleiss que el jueves en el Palau tuvo que sobreponerse a unas pequeñas molestias físicas. Una cuestión diferente será comprobar si el técnico croata opta por menguar la carga de minutos de algunos jugadores en vías de agotamiento, como Fernando San Emeterio, a tenor de las escasas 48 horas de las que ha dispuesto para descansar tras la derrota ante el Barcelona. Con nueve jornadas aún por disputar en la ACB, la distancia de tres victorias respecto al conjunto culé (tercero) debería ser suficientes para evitar sustos de cara al play off, pero el Baskonia haría bien en no pecar de excesiva confianza habida cuenta del jugoso premio que dejaría escapar en caso de ceder la segunda plaza.