el baskonia sigue vivo >

sEguro que un tipo visceral, enérgico y efervescente como el Chapu había contraído una deuda consigo mismo y quería reconciliarse con ese jugador rebosante de carácter que suministra un plus en todas las facetas del juego. En sus últimas apariciones continentales estaba siendo una pequeña sombra del aguerrido hombre que muerde en cada acción, rebosa entusiasmo en busca del balón suelto y amedentra al rival con un espíritu indomable, pero en el Abdi Ipekçi volvió por sus fueros. Nocioni capitaneó ayer en tierras otomanas la imprescindible victoria que agarra al Caja Laboral a la Euroliga y permite concebir esperanzas de cara a las cuatro jornadas restantes.

A su pundonor y entrega habituales, unos ingredientes que siempre figuran en la coctelera, añadió en esta ocasión un extraordinario índice de acierto para sostener al conjunto de Tabak con varios triples providenciales. Cuando el moribundo Besiktas resucitó en el tercer cuarto con ese escandaloso parcial de 20-2 que metió el miedo en el cuerpo y amenazó con instaurar viejos fantasmas, ahí apareció el exterior santafesino para contener el intento de rebelión. Su carrusel de bombas desde más allá de la línea de 6,75 metros debería redundar en que un elemento capital dentro de los esquemas baskonistas recupere de una vez por todas la confianza extraviada. No en vano, estaba firmando en este Top 16 unos porcentajes discretísimos e impropios de alguien de su categoría. Lo corrobora el hecho de que en las nueve jornadas anteriores acumulaba un paupérrimo 18,5% al haber encestado 5 de sus 27 lanzamientos.

Ayer, en cambio, Nocioni exhibió la precisión propia de un cirujano para ser un factor crucial en el plácido éxito alavés frente a las Águilas Negras. Poco importó que Tabak renunciase en esta ocasión a sus servicios de entrada y optase por dar entrada a San Emeterio en su lugar. El argentino hizo acto de presencia en la recta final del primer cuarto, aunque no fue hasta el arranque del segundo cuando empezó a dejarse sentir. Anotó de una tacada los siete primeros puntos baskonistas y contribuyó a hacer más grande la herida de un anfitrión que careció de antídotos para reducirle en defensa.

Ante la misteriosa ausencia de Jelinek y la falta de punch de Causeur, Tabak compaginó su presencia y la de San Emeterio en la cuerda exterior con el fin de que el Caja Laboral dispusiera de elevadas dosis de músculo y fortaleza física. El único lunar en la actuación del internacional albiceleste tuvo lugar mediado el tercer cuarto en un momento crítico donde el conjunto vitoriano se dejó llevar de manera lastimosa. En el enésimo capítulo de su particular guerra con los árbitros, que miden cada una de sus acciones con una rigurosidad extrema y no le consienten abrir la boca en esta temporada, el Chapu fingió ser arrollado por un rival y exageró su caída hacia atrás para conseguir una falta de ataque.

Sin que hiciera eso sí ningún tipo de aspaviento, el colegiado ucraniano Boris Ryzhyk le sancionó con una rigurosa técnica. A renglón seguido, el exceso de verborrea de Heurtel trajo consigo el mismo castigo. De repente, un partido que discurría por unos cauces muy favorables empezó de cero (43-45) sin que, a la postre, el peligro pasara a mayores. Los 22 puntos con que acabó Nocioni el duelo constituyeron, de largo, su mejor marca de la campaña. Su estadística también se vio adornada con 6 rebotes y 4 asistencias para un total de 25 de valoración. Seguro que la inminente visita del Real Madrid de un viejo conocido como Rudy Fernández le mantiene en alerta.